La carretera OU-504, el Eixo do Ribeiro, se ha convertido, para el Grupo de acción ecologista Outeiro, de O Carballiño, en un "ejemplo de descrédito ambiental" con gran mortandad de fauna.
Desde la agrupación ecologista explican que "es sabido que las obras de infraestructura, como las carreteras, provocan frecuentemente daños muy severos al entorno natural, y también lo es que a la redacción de sus proyectos técnicos de ejecución los acompañan otros estudios de impacto ambiental donde se deberían poner de manifiesto esos daños y las medidas correctoras que se deberían aplicar para minimizarlos". Pero lamentna que pocas veces estos estudios de impacto reflejan el verdadero alcance de los daños y por consiguiente "no proponen unas medidas de corrección adecuadas y eficaces".
Y como ejemplo, la carretera autonómica OU-504, conocida como "Eixo do Ribeiro", que dicen se trazó sobre un corredor biológico que va desde el Ribeiro de Avia, atravesando la zona de transición, Carballiño, hacia la montaña y "como era de esperar se hizo sin tener en cuenta el transito continuo de fauna, materializándose en el problema de los continuos accidentes de tráfico por atropello de animales".
De hecho, apuntan que deben existir estadísticas y que en los programas informáticos de gestión de accidentes de la DGT figuran un buen numero de ellos en la OU 504. Y ello es tan seguro como que "en esa estadística solamente se reflejan aquellos que provocan daños materiales a los automóviles implicados en atropellos a jabalíes, corzos o zorros, es decir a animales grandes. Bastaría un paseo por sus arcenes para verificar que desde San Cristobal a San Facundo (por acotar un tramo) las cunetas están a rebosar de restos de estructuras de las carrocerías de coches".
Aseguran los ecologistas que estos atropellos son prueba veraz y también, porque no, "estadística de lo mal que se vienen haciendo las cosas, porque la mayoría se concentran en puntos o tramos determinados y la Administración implicada sigue consistiendo que esto siga sucediendo, eso sí, imponiendo a los usuarios de las carreteras florituras y tropelías normativas para invertir la responsabilidad y cubrirse las espaldas con unas cuantas señales de peligro que nos muestran un ciervo saltando a la que adosan un cajetín informativo cuyo contenido parece un epitafio de mal gusto: `En toda la estrada´" .
Y otra cosa distinta señalan es la elevadísima mortandad de animales salvajes que su atropello no causa daños materiales, por lo que no figuran en ninguna estadística y "por su puesto, ni siquiera merece la molestia de gastarse las `perras´ en señales de advertencia de peligro".
Así, lamentan que en este tiempo "pudimos asistir al drama de como la 0U-504, el entrañable Eixo do Ribeiro, devoraba gran parte de la población de sapos que se desplazaban por el Fondal de Beade hasta el río Avia para desovar, o como entre la Fontela en Dacón y Varón de Seoane moría aplastada gran parte de la población de culebra bastarda. Todo ello sin contar el incremento en la mortandad en primavera y verano de ardillas y erizos, por poner ejemplos".
Concluyen desde Outeiro que este vial es el claro ejemplo de las cosas mal hechas, y un ejemplo para reflexionar y pensar que antes de dejarse llevar por promesas de prosperidad futura "debiéramos exigir a cada obra de infraestructura además de su viabilidad, de seriedad a la hora de detallar el impacto ambiental que produce con estudios serios, la adopción de verdaderas medidas correctoras y después: sumar y restar pros y contras".
