El joven rumano que se dedicaba a la prostitución y presuntamente acabó con la vida de Tomás Milia Méndez, de 72 años, tras discutir por el precio de una relación sexual, será juzgado por la Audiencia Provincial de Ourense en abril. El tribunal ha señalado cuatro días, del 24 al 27 de ese mes, para celebrar toda la prueba propuesta por la Fiscalía, las dos acusaciones particulares -la del hermano y los sobrinos, más la del viudo, que simplemente se adhirió al fiscal-, así como la que planteó la defensa. Alexandru Marius Luca, de 22 años, se enfrenta a peticiones de condena que van desde los 33 que solicita el fiscal a los 49 años que reclaman el hermano -el alcalde de Carballeda de Avia- y los sobrinos. Está acusado de presuntos delitos de homicidio o asesinato, robo con violencia, atentado a agentes de la autoridad e incendio. El joven rumano permanece en prisión preventiva desde su detención la noche de los hechos. Ha saldado, por tanto, 3 años y medio que se descontarán en caso de condena.

La Audiencia Provincial ha dispuesto que las sesiones de la vista oral comiencen el 24 de abril a las 9.30 horas de la mañana. El juicio de este crimen de octubre de 2013 arranca con el interrogatorio del acusado y la "testifical de los agentes de la acusación", según especifica el tribunal. El día siguiente está prevista la intervención del resto de testificales de las acusaciones y la defensa. Si no hay cambios según el ritmo de avance del juicio, el 26 intervendrán "los peritos propuestos por el Ministerio Fiscal hasta el número 10 de su escrito, inclusive". La última sesión de la vista oral acogerá el resto de declaraciones periciales, la fase documental -que siempre se da por reproducida-, así como las conclusiones y los informes por cada una de las partes personadas.

El crimen tuvo lugar sobre las 23 horas del 4 de octubre de 2013. El detonante fue un desacuerdo relacionado con el precio pactado tras una relación sexual. No era la primera vez que Tomás Milia contrataba a Alexandru M. L., que se anunciaba en la sección de contactos homosexuales de la página web milanuncios.com.

La víctima solo quería pagar 40 euros de los 160 supuestamente convenidos. Sobre las 22 horas, Alexandru se dirigió presuntamente a la cocina para coger un cuchillo -según el fiscal-, o bien hizo uso de un arma de la mesilla -según su primera declaración- y se abalanzó sobre el septuagenario. El joven rumano le habría clavado el arma blanca hasta en tres ocasiones,. Dos en la parte lateral del cuello y otra en la región epigástrica.

El prostituto se apoderó de una caja con seis relojes de oro valorados en 10.400 euros, se llevó las llaves del domicilio de la calle Curros Enríquez, así como una bolsa con el cuchillo y una caja de guantes de látex. Tiró todo esto en un contenedor cercano. A las 0.30 horas, regresó a la zona y fue visto por varios agentes de la Policía Nacional, que observaron una actitud extraña en él. Al verlos, salió corriendo hacia el Parque de San Lázaro, donde fue interceptado por los agentes, identificado y registrado. Solo encontraron las llaves del coche y lo dejaron marchar al no saberse todavía lo que había ocurrido. No obstante, no lo perdieron de vista y cuando se subió en su coche se acercaron para inspeccionarlo. La reacción fue más sospechosa aún. Alexandru puso el seguro pero uno de los agentes abrió el maletero cogiendo la caja con la colección de relojes. El rumano arrancó el vehículo y en una maniobra brusca de marcha atrás golpeó al agente. Después arrancó y huyó. El otro policía tuvo que apartarse para no ser arrollado.

A las 5.50 horas de la madrugada reapareció en la calle, con dos bolsas de plástico que arrojó a los agentes que lo pararon. Forcejeó con ellos y escapó pero finalmente fue detenido en la calle Curros Enríquez gracias a la intervención de la Policía Local. En las bolsas había toallas, sábanas ensangrentadas y cuatro cuchillos.

El joven había regresado presuntamente con la intención de borrar huellas plantando fuego, según el fiscal. Además, trasladó el cadáver desde la habitación a la bañera y lo roció con lejía. El fuego causado en el colchón se propagó por los muebles de la habitación, el suelo de la vivienda y otros objetos afectando a más de 100 metros cuadrados. Se desprendieron elementos del techo y se calcinaron las paredes Los vecinos detectaron el humo y avisaron a los bomberos, lo que evitó que afectase a las plantas superiores y sus moradores. Probar que hubo riesgo para las personas, o simplemente daños, influirá notablemente en la duración de la condena. El fiscal argumenta que los vecinos detectaron el humo y avisaron a los bomberos, lo que evitó que afectase a las plantas superiores y sus moradores.

La acusación particular que ejercen el hermano y los sobrinos de la víctima eleva la petición de condena a un total de 49 años. Esta representación legal solicita la pena máxima por los delitos de asesinato e incendio, 20 años por cada uno. En el capítulo de la responsabilidad civil, propone indemnizar con 28.000 euros en total a los dos hermanos y los dos sobrinos del fallecido así como 225.000 euros por los daños que sufrió la vivienda.