El agresor de un profesor del campus universitario de Ourense y de dos policías locales no es responsable penal en aplicación de una eximente de trastorno psíquico -no comprendía sus actos- y otra de intoxicación plena por consumo de drogas. Así lo defendía la defensa y así lo considera la magistrada del Penal 1 de Ourense. La sentencia, que no es firme, exculpa a J. M. D. M., madrileño de 39 años con domicilio en Ourense, de tres delitos de lesiones y otro de resistencia a la autoridad. Como medida de seguridad, la juez acuerda la obligación de que siga tratamiento médico externo o control médico periódico, durante un periodo de 6 meses, por la patología psiquiátrica que padece y su adicción a sustancias estupefacientes.

El fiscal pedía una pena de 6 meses de prisión y 1.080 euros de una multa por unos hechos de del 5 de octubre de 2015. J. M. D. M. , que no acudió al juicio por indisposición -se celebró sin él- entró en el Politécnico, sede de la Facultad de Ciencias y la Escuela Superior de Ingeniería Informática, tras merodear por los accesos, pidiendo dinero y tabaco a varios estudiantes. Muy alterado, profirió amenazas y llegó a golpear por la espalda a Juan Carlos Mejuto, catedrático de la Universidad de Vigo y exdecano de Ciencias. Era lunes, pasaban unos minutos de las 9.30 horas de la mañana y había gente en el Politécnico. La agresión por la espalda al profesor, y un encontronazo con el vigilante de seguridad, causó alarma. Varios agentes de la Policía Local de Ourense se presentaron en el edificio universitario. Al dirigirse al acusado, que se encontraba descalzo, sangrando y con el torso desnudo, los municipales le preguntaron qué le pasaba y si necesitaba algo. El individuo, sin responder, lanzó de forma repentina dos patadas a uno de los municipales, para a continuación seguir agrediendo a este y su compañero. Los dos agentes, que requirieron asistencia médica, procedieron a la detención.

J. M. D. M. estuvo un mes ingresado en el servicio de psiquiatría del CHUO. Fue diagnosticado de un trastorno psicótico y de la personalidad en relación con el consumo de alcohol, cocaína y cannabis. En los dos últimos meses había protagonizado episodios de agresividad física y verbal. El forense dictaminó que tenía modificada su capacidad de comprensión y actuación, en relación con la intoxicación de sustancias.