Eduardo M. sigue abatido. El conocido abogado de Ourense respira tras temer lo peor cuando la Policía le informó hace unos días de que un antiguo socio pretendía secuestrar a sus familiares para extorsionarlo. Carlos R. R., empresario de la construcción de Verín, de 52 años, está entre rejas desde el martes por orden del juez de guardia. El letrado se personará como acusación particular: "Quiero que encima de este hombre caiga todo el peso de la ley. Me preocupa lo que pueda ocurrir si sale de prisión", dice la víctima. Presuntamente, el detenido planeó el secuestro exprés de su mujer e hijo de 5 años para que entregara un rescate de 50.000 euros. Contactó con dos personas en Vilagarcía para encargarles el trabajo a cambio de 10.000. Uno de los supuestos sicarios, que recibieron un pago por adelantado, se amedrentó y confesó todo a la policía. Su colaboración ha sido clave. El abogado les da las gracias y se deshace en elogios a los agentes de Ourense -"tuvieron una actuación impecable", así como al fiscal y al juez, por la medida de prisión. "No creo en Dios, pero gracias a Dios puedo ver a mi hijo dormir tranquilo, a mi hija que está bien y también a mi mujer, que ha pasado mucho miedo".

En el año 2005, el investigado y el letrado habían sido socios en una promoción inmobiliaria que acabó en fracaso por supuestas irregularidades y falsedades del constructor que afectaron negativamente a los bancos y sus propios amigos, según Eduardo, que además niega cualquier tipo de deuda con el investigado. El empresario culpaba al abogado del desenlace y llegó a ser juzgado en 2013 por una denuncia por amenazas y una tentativa de extorsión. Entonces salió absuelto, pero estaba en vigor una orden de alejamiento. "Es una persona que está loca, ya tiene antecedentes por coacciones a otros empresarios. Tiene que ser castigado duramente, esto no puede quedar impune porque se ve que va en escalada. En 2013 la justicia no le paró los pies y se creció", manifiesta el abogado.

El 7 de febrero, una de las personas contactadas acudió a la Comisaría de Vilagarcía de Arousa para desvelar que el constructor había contactado con ella y le había propuesto llevar a cabo el secuestro a cambio de 10.000 euros, con un anticipo de 1.000. El propósito era retener a la mujer y al hijo del abogado hasta que pagara.

Una jeringuilla como arma

Las comisarías de Policía de Vilagarcía de Arousa y Ourense colaboraron en la investigación. A la denunciante y su pareja se les otorgó la condición de testigo protegido. Las pesquisas confirmaron las intenciones del empresario. El plan era que la pareja se trasladase desde Vilagarcía a Ourense, donde debían localizar y retener a la mujer e hijo del abogado, utilizando como arma intimidatoria una jeringuilla para, con posterioridad, exigir al esposo y padre el dinero para la liberación.

La trama consistía en que, una vez retenida la mujer y el hijo menor de edad, lo siguiente sería localiza al marido y negociar su puesta en libertad a cambio de 50.000 euros, un dinero que el constructor estaba seguro de que el letrado poseía en metálico y que supuestamente guardaba en una caja de seguridad en su vivienda. Tras once días de investigación policial se constató la implicación del detenido como organizador del hecho. El lunes fue detenido como presunto autor de un delito contra la libertad. El martes pasó su primera noche entre rejas. Según explicaba ayer la comisaría provincial, la investigación corrió a cargo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Ourense en colaboración con el Grupo Operativo de la comisaría de Vilagarcía.

El abogado del encarcelado no quiso hacer declaraciones, pero anunció que recurrirá la medida cautelar de prisión preventiva.