Las conclusiones de la comisión de investigación del denominado "caso de la legionela" , que se daban a conocer al término de la última reunión que se celebró ayer, señalan a la empresa concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras, Ecourense, como responsable del contagio que afectó a dos trabajadores. Ambos debieron ser ingresados en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), en donde permanecieron varios días.
La presidenta de la comisión, Ana Fernández Morenza, daba a conocer las tres conclusiones aportadas por el gobierno municipal y que fueron aprobadas por unanimidad por los representantes de los cuatro grupo políticos que formaron parte de la misma; Partido Popular, Democracia Ourensana, Partido Socialista y Ourense en Común. El informe pone de manifiesto que el contagio no se produjo por la conducción del agua bruta -sin tratar- que se utiliza para el baldeo y limpieza de las calles de la ciudad.
Los casos de legionela que afectaron a los dos trabajadores vinieron motivados por una "mala planificación" en materia de prevención y desinfección de los vehículos que la empresa utilizaba para el "agua bruta", así como de sus instalaciones. Además, del examen realizado de las fechas "se deduce con facilidad la falta de transparencia" por parte de la concesionaria del servicio en la entrega de la documentación e información al Concello. Una cuestión que fue objeto, en su momento, de las críticas dirigidas desde los grupos de la oposición al gobierno popular, al que llegaron a responsabilizar de "connivencia" con la empresa.
Oportunidad política
Por otra parte, la comisión también aprobó, aunque en este caso con el voto en contra del grupo popular, una conclusión que aportaron los socialistas, apoyada por DO y OUeC, en la que se acusa al gobierno local de que en todo este asunto "primó claramente la oportunidad política, por encima de la seguridad de los trabajadores".
En este sentido, Ana Morenza justificó el voto de los populares en contra en que esta conclusión de los socialistas "es incompatible" con la que se aprobó por unanimidad, relativa a la "falta de transparencia" de la empresa en la entrega de los datos al concello, por lo que "difícilmente podíamos hacer primar la oportunidad política por encima de la seguridad".
Morenza asegura que "cuando tuvimos conocimiento de lo que pasaba", fue cuando por parte del gobierno se hace público el caso y se adoptan las medidas correspondientes, como estar en contacto con la delegación de Sanidade, responsable en esa materia. Además de proceder a la apertura de un expediente sancionador a la empresa, del que a día de hoy nada se sabe.
Una versión que contrasta con la que mantienen los socialistas, que acusan al gobierno municipal de "ocultar", cuando menos durante tres meses a los trabajadores y a los grupos de la oposición la existencia del primer caso de legionela comunicado por la empresa concesionaria. Lo que le lleva a señalar que "existía una preocupación por la repercusión pública que pudiera ocasionarle cierta erosión política que por la propia aparición de la enfermedad".
Recalcan los socialistas que la aparición de un segundo caso provocó que se hiciese público lo que estaba sucediendo y se produjesen denuncias de los representantes de los trabajadores por la "nula información recibida" por la empresa y el concello.