Agentes de la Policía Nacional de Ourense detuvieron el lunes a un hombre de 35 años, natural de Monterrei, acusado de instalar una plantación industrial de marihuana en un almacén propiedad de sus padres, por lo que fue arrestado como presunto autor de un delito de tráfico de drogas.

En el inmueble situado en Santa Baia de Montes, una pequeña aldea de 212 habitantes en el municipio de Cualedro, los agentes encontraron 2.011 plantas, una caja con polen, 47 botes con cogollos y 14 bolsas de plástico con producto final envasado y preparado para su comercialización. El sospechoso, que carece de antecedentes policiales, pasará esta mañana a disposición del juez de guardia para responder por estos hechos.

La denominada operación 'Griffa' comenzó en octubre del pasado año cuando el grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Ourense tuvo conocimiento de que un individuo se dedicaba a la elaboración y venta de marihuana. Los agentes comprobaron que la droga provenía del citado almacén donde se cultivaba, elaboraba y manufacturaba la planta para poder venderla a otros distribuidores en distintas localidades de la provincia.

Tras casi cuatro meses de investigación por parte de este grupo, los agentes realizaron el lunes, sobre las 20.00 horas, una entrada y registro en el inmueble, para lo que contaron con el apoyo de la Unidad de Prevención y Reacción de la Comisaría. En el interior del almacén descubrieron una plantación hidropónica tipo "indor", esto es, un cultivo industrial en interior sin uso de suelo agrícola. Concretamente, la producción se desarrollaba en el almacén a partir de plantas de interior con humedad y temperatura adecuada para el cultivo y la elaboración de marihuana. En el mismo espacio, precisa la policía, se centralizaba todo el proceso, desde el preparado de semillas hasta su recolección y secado para su comercialización posterior.

La instalación estaba completamente equipada, con focos caloríficos, filtros que impiden que se propague el olor al exterior, sistema automático de riego, así como un sistema preparado para sustraer la energía eléctrica, realizando un "enganche clandestino" al sistema general que suministra energía a la aldea.

La instalación desmantelada se dedicaba a la producción integral de marihuana, dado que poseía un semillero exterior y en el interior diversos bancales con plantas en distinto período de crecimiento, así como secaderos para después de la cosecha y planta de manufactura de la marihuana elaborada. Desde la Comisaría puntualizan que esta infraestructura "estaba preparada para que permanentemente se pudiera disponer de materia prima lista para su distribución".

En dicho registro se incautaron 108 plantas grandes, 1.000 esquejes en proceso de crecimiento, 903 plantas en proceso de secado, 47 botes de cristal con cogollos en proceso de curación y 14 bolsas de plástico de aproximadamente 200 gramos de peso de cogollos preparados para su venta.