A. S. V., de 33 años, empezó a trabajar en marzo de 2010 como agente colaborador del Banco Santander, con una oficina abierta en la localidad de Vilaza, en el concello ourensano de Monterrei. El contrato establecía que su retribución sería a base de comisiones y pagos a cambio de promover la celebración de operaciones entre particulares y la entidad financiera. El hombre será juzgado en marzo por la Audiencia Provincial de Ourense. La Fiscalía pide 8 años de cárcel y 3.240 euros de multa por una apropiación indebida continuada, y otro delito continuado de falsificación de documento mercantil en concurso medial con estafa. El acusado reconoció ante la Guardia Civil haberse apropiado de 121.000 euros tras haber engañado a 16 afectados.

El desfalco se materializó en varias retiradas entre 2013 y 2014. La Fiscalía relata que, hasta su cese en julio de 2014, "aprovechándose de la confianza generada en sus clientes y en la entidad bancaria con la que colaboraba", el acusado se quedó para sí mismo con un total de 47.820 euros correspondiente al efectivo que le entregaron 3 clientes. Tenía que ingresar el dinero en sus cuentas pero no lo hizo.

Además, sustrajo 82.935 euros de las cuentas de 13 clientes mediante la simulación de la firma de los mismos en los correspondientes documentos de reintegro, consiguiendo así realizar las retiradas de efectivo de sus cuentas, o bien obteniendo con engaño la firma auténtica de los clientes, a quienes les ocultó sus intenciones.

Devolvió alguna cantidad

La fiscal enumera en su escrito a los perjudicados. Un hombre con deterioro cognitivo sufrió un perjuicio de 17.520 euros ya que el acusado realizó sin consentimiento del titular 4 retiradas de efectivo entre febrero y mayo de 2014. A una mujer le quitó 20.000 euros en un total de 5 retiradas entre noviembre de 2013 y marzo de 2014. Otro hombre sufrió un perjuicio de 31.300 euros, ya que el acusado realizó sin su consentimiento una retirada de efectivo de su cuenta por importe de 1.500 euros el día 10 de julio de 2014, y además el perjudicado le entregó al imputado diversas cantidades de dinero que el agente se quedó, sin ingresarlas.

A otro cliente le quitó 4.595 euros en 5 retiradas, a una mujer 4.800 en dos, de los que el acusado devolvió 2.000. Otro particular sufrió un perjuicio de 16.000 euros entre retiradas de efectivo y dinero no ingresado, de los que devolvió 5.000. La cifra de perjudicados continúa: 2.000 retirados sin permiso a una mujer -de los que devolvió 800-; 5.000 a un hombre; un total de 5.200 a otro; otros 8.100 euros a otra clienta más, así como 1.000, 920 y 2.000 euros apropiados a otras tres personas que eran sus clientes. El acusado también quitó dinero a una asociación de vecinos, la de Flariz, que sufrió un perjuicio de 3.020 euros, entregados en varias cantidades para que le fueran ingresadas en cuenta. No sucedió.

La cantidad total sustraída -descontadas las devoluciones- por el imputado asciende a 121.455 euros. El banco Santander cubrió el desfalco devolviendo las cantidades a todos los estafados, que renunciaron a acciones. La Fiscalía solo pide 2.000 euros de indemnización para un particular cuyo caso deberá resolverse el juicio. En caso de condena, A. S. V. tendría que indemnizar a la entidad "en la cantidad que se acredite" que el banco ha satisfecho a los perjudicados.

El acusado compareció ante la Guardia Civil el día 11 de septiembre de 2014 confesando los hechos, sin que se hubiera abierto contra él aún un proceso. La defensa esgrime este acto como atenuante, así como la adicción a alcohol y drogas, que tratará de acreditar con peritos médicos. Indica, además, que el hombre tenía presión para lograr objetivos, y que la causa le ha pasado factura. También discute que exista concurso entre falsificación y estafa. El letrado pide 2 años de prisión (lo que en principio evitaría el ingreso).

La fiscal contempla en su escrito la atenuante de confesión, pero también introduce una agravante: el abuso de confianza con el que el agente acusado engañó a los clientes.