El fiscal mantuvo ayer la acusación contra J. P. Á., acusado de empujar a un vigilante de seguridad del edificio judicial de Ourense. Este intervino porque el acusado estaba en Primera Instancia 3 gritando e insultando. Lo intentó calmar pero el hombre mantuvo su actitud y se negó a marcharse. Tuvo que actuar un policía.