Una vez que la negociación se cerró, toda vez que se impuso la decisión de la jefatura de la Policía Local de activar el nuevo cuadrante de turnos de la plantilla, el sindicato policial SPPME intentó que el alcalde, Jesús Vázquez, y el concejal de Seguridad, Carlos Campos, retomasen el diálogo para buscar un consenso que resultó estéril. De ahí que decidieron pasar a las movilizaciones, denunciando "manipulación" en todo el proceso. Sobre está cuestión, señalan a la intendente, María Barrera, la máxima responsable de esta situación, junto con algunos mandos, a los que responsabilizan de "informes tendenciosos", que en este caso perjudican claramente a los agentes que se posicionaron en contra del cuadrante y se concentraron el pasado viernes.

En relación a la concentración, alertan de que se tomó nota de los que estaban participando por parte de otros compañeros que estaban de servicio en esos momentos a las entrada del Concello, y trasladado a los mandos. La consecuencia, como denuncian desde el SPPME, es que muchos de ellos pasaron a las patrullas de calles. De ahí que mantengan que existe "persecución" a los que manifestaron su desacuerdo.

En cuanto a la denuncia de "acoso", el presidente de la Junta de Personal, Daniel Salgado, dijo ayer no tener conocimiento directo por parte de los representantes del sindicato de la Policía Local, ni de que se hubiese presentado un escrito. Pues de lo contrario se activaría el protocolo que se aprobó sobre cuestiones relacionadas con acoso laboral en el Concello de Ourense.