Aunque cada vez son más los enjuiciados por la presunta comisión de delitos de violencia de género que terminan condenados-tan solo un 10% de las sentencias son absolutorias- , que los presuntos agresores lleguen a sentarse en el banquillo no es tan sencillo. Y eso que desde el juzgado especialista en malos tratos se investiga absolutamente toda denuncia que entra en la sala. "Se investiga todos los casos que llegan al juzgado. Aunque de primera puedan parecer que no se sostienen o que los indicios son mínimos, los investigamos. Nunca archivamos nada sin una investigación previa", sostiene la magistrada Filgueira.

El año pasado, el número de asuntos que fueron tramitados por este tribunal llegaron a los 1.239; un 12% más que el año anterior. Este tribunal mantiene a 14 presuntos maltratadores en prisión y a cinco más controlados con pulseras, la cifra más alta de la sala desde que se creó.

Explica la magistrada que no se dio ningún caso donde fuese necesario "el archivo de la causa al no conocerse al autor del presunto delito". Idéntica situación ocurre con los archivos libres, aquellos que no son provisionales y por lo tanto no se pueden reabrir, los cuales, según datos del CGPJ, no se llevó a cabo ninguno durante el 2016.

Según esta misma estadística, son los ilícitos de lesiones y malos tratos del artículo 153 del Código Penal la causa de la gran mayoría de las denuncias registradas en la sala viguesa. La comisión de este delito se condena con penas de prisión de "seis meses a un año o de trabajos en beneficios de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día a tres años, así como, cuando el juez o tribunal lo estime adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años". Contra la integridad moral y el honor también son otro de los delitos que se registraron con más asiduidad en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo.