La decisión adoptada por Antón Arias Díaz -considerado el número dos de Antonio Fontenla-, de concurrir a la presidencia de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), ha sentado como un jarro de agua fría en la patronal de Pontevedra, Lugo y Ourense. Las cuatro organizaciones provinciales habían cerrado un pacto para que no se presentara ninguna candidatura que no fuera de consenso. A Coruña "lo hizo en el último momento", con lo que "se ha conculcado el derecho de otras asociaciones empresariales provinciales a presentar sus propios candidatos", apunta el presidente de la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO), José Manuel Pérez Canal.
-Está previsto que se celebren las elecciones el próximo viernes, a las 13 horas en Santiago. ¿No hay nada que lo pueda remediar?
-Lo único que lo puede remediar es que el candidato propuesto decida desistir y no concurrir a las elecciones. Las elecciones parten de unas condiciones totalmente hostiles.
-Esto no le da buena imagen a la patronal gallega.
-Pues no, la imagen ya estaba bastante deteriorada y esto lo que hace es deteriorarla más.
-Esta es la segunda jugarreta que le hace Antonio Fontenla. Primero recurrió a Diéter Moure, frente a su candidatura, y ahora le toca a Antón Arias. Da la impresión de que se resiste propiciar el relevo, tras presidir la CEG durante doce años y veinte la Confederación de Empresarios de A Coruña.
-La retirada de Antonio Fontenla ha sido ficticia, porque continúa moviendo los hilos.
-¿Por qué no tiene la valentía de presentarse él mismo?
-Este año parece que lo ha intentado, pero como tenía bastante rechazo en las confederaciones de Pontevedra y de Ourense, se le ocurrió un pacto, que se ofreció el martes en Lugo, consistente en que ninguna confederación provincial presentara candidato, para cambiar los estatutos, salvo que estuviera consensuado con las demás confederaciones. Pero el viernes lo ha vulnerado, presentando un candidato.
-¿Cuál es la razón por la que recurre a este tipo de artimañas?
-Él está empeñado en seguir controlando la CEG. Ya se encargó de destruir el mandato de Alvariño, luego destruyó el de Diéter Moure y ahora intenta poner el nuevo presidente.
-¿Tiene ansias de perpetuarse en el poder?
-Sí, totalmente.
-¿Qué es lo que busca ahí?
-Supongo que notoriedad, protagonismo? Parece que él es el único que tiene derecho a estar ahí.
-¿Con qué apoyos cuenta?
-Ahora mismo contaría solo con los apoyos de la Confederación de Empresarios de A Coruña. Yo me imagino que las otras tres confederaciones que firmamos el pacto, Lugo, Pontevedra y Ourense, deberíamos de oponernos a la candidatura de esta persona, que se presenta por la Confederación de Empresarios de A Coruña.
-Antón Arias se arriesga a lograr un respaldo de votos reducido, en estas condiciones. A pesar de todo, ¿usted considera que se puede liar la manta a la cabeza y concurrir en solitario?
-Yo creo que sería una temeridad, por su parte, conociendo el escenario en el que se va a mover, al dejarse utilizar como candidato. Pero le habrán dicho que tiene los votos asegurados, para salir elegido... El problema es el trabajo que hay por delante para realizar. Este sería un mal punto de partida.
-¿Corre el riesgo de enfangar y endeudar todavía más la CEG?
-La CEG se encuentra al borde de la quiebra o del concurso de acreedores, por falta de liquidez para poder pagar sus gastos corrientes. Se había llegado a un preacuerdo con una serie de bancos, para financiar a la organización, con un crédito hipotecario, pero pedían a cambio un criterio de unidad. Lamentablemente, se han encargado de hacer saltar por los aires esa unidad. Por lo tanto, no sé cuál va a ser la postura de los bancos a partir de este momento, si la desunión sigue patente.
-¿Cuál es el montante de la deuda de la Confederación de Empresarios de Galicia?
-El crédito que pide la organización empresarial gallega a los bancos es de 1.200.000 euros.
-Antón Arias se arriesga a entrar por la puerta de atrás en la presidencia de la CEG.
-Si sigue adelante, está claro que va a entrar mal?
-En el caso de que logre un respaldo muy bajo el viernes, ¿tendría que renunciar?
-Yo tengo la esperanza de que Antón Arias reflexione y renuncia a concurrir a la presidencia de la CEG, al darse cuenta de que su elección traería una división mucho mayor de la que hay.
-¿Podría imponerse, si realizan una ofensiva, para ofrecer cosas y convencer?
-El problema es que hay personas que ofrecen pactos y luego los vulneran.
-En el caso de que resulte elegido, ¿permanecería en el cargo cuatro años o podrían presentar una moción de censura?
-La moción de censura no está regulada en los estatutos de la CEG. Pero en el caso de que decida presentarse, si hay más votos en contra que a favor, no sería presidente.
-¿Se puede votar sí o no?
-Eso fue lo que se hizo, cuando salió elegido presidente José Manuel Fernández Alvariño. De esta manera, si los votos "no" fueran superiores a los votos "sí" el candidato sería rechazado.
-Lo más recomendable es que renuncie antes del próximo viernes. En el supuesto de que saliera elegido presidente, saldría con poca credibilidad...
-Sí, ya que si impulsan acuerdos que vulneran al día siguiente, no se puede esperar nada bueno.
-¿La unidad de la patronal gallega se ha convertido en una utopía o todavía se puede restaurar esto?
-Se podría restaurar. Nosotros estábamos trabajando en el cambio de los estatutos, para pactar una presidencia rotatoria y evitar esta lucha de organizaciones. Pero parece ser que algunos no están de acuerdo.
