El pasado 1 de enero saltaron las alarmas cuando pasaban las horas y no nacía ningún bebé en ninguno de los tres hospitales de la provincia. El primer nacido de 2017 no llegó hasta las once de la noche del día 2, cuando se habían cumplido ya las 48 horas sin alumbramientos en toda la provincia, algo histórico.

La media de nacimientos en Ourense es la más baja de Galicia y el avance de los datos de población correspondientes al primer semestre de 2016 publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística, IGE, lo corroboran. Sólo uno de cada diez niños nacidos en la comunidad gallega en ese período, un total de 9.365, es ourensano. A Coruña, Pontevedra y Lugo registraron 4.068, 3.389 y 1.031 alumbramientos respectivamente entre enero y junio del año pasado, mientras que Ourense no llegó a mil.

La cifra de 877 bebés nacidos en seis meses supone una media de 4,8 nacimientos al día en la provincia, un dato muy alejado de los 22 bebés diarios de A Coruña, o los 18,8 de Pontevedra. La media lucense es muy inferior a estas, 5,7, pero implica un nacimiento más cada día que en Ourense.

El avance publicado por el IGE hace referencia también a la edad de la madre y en estas tablas se observa un incremento en el número de mujeres que dan a luz pasados los 40. De los 877 nacimientos registrados en el primer semestre de 2016, 92 corresponden a madres que han cumplido los 40. En concreto, 87 tienen entre 40 y 44 años, y cinco entre 45 y 49.

En el otro extremo, llama también la atención la maternidad temprana con 13 jóvenes de entre 15 y 19 que han sido madres en ese período, y otras 45 que tienen entre 20 y 24.

En relación con las defunciones, que también se recogen en la estadística publicada ayer por el IGE, Ourense registró en seis meses un total de 2.338 fallecimientos, de los cuales más de la mitad, 1.264, son de personas que habían superado los 85 años. 44 tenían menos de 50.

Los datos también analizan el número de matrimonios contraídos durante el primer semestre de 2016. En total 280 y sólo 47 por el rito católico. Esto se explica porque el grueso de los enlaces se realizan durante los meses de verano, si bien es cierto que los matrimonios por la iglesia se han visto reducidos en los últimos años. Entre enero y junio de 2016 se celebraron 217 bodas civiles, 47 católicas, una de otra religión y otras 15 bajo el epígrafe 'no consta'.