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El TSXG anuló en 2014 la licencia

La residencia universitaria reabre sus puertas tras dos años y medio de precinto judicial

El centro obtuvo el permiso definitivo tras acometerse las obras de urbanización - Ayer reinició la actividad con 15 reservas y descuentos del 40% para lo que queda de curso -Las tarifas se actualizarán en septiembre

La residencia universitaria reabrió ayer sus puertas tras casi dos años y medio de cierre por orden judicial. El largo proceso de legalización de la infraestructura culmina con la reapertura de la instalación a mitad de curso y 15 reservas confirmadas que se irán ocupando de forma progresiva, a la vez que se mantiene activa la oferta de plazas con un 40% de descuento. No es la situación idónea con el curso ya avanzado y el alumnado alojado en viviendas de alquiler pero la empresa se había comprometido a retomar la actividad en cuanto el problema estuviese resuelto.

La residencia universitaria As Burgas se inauguró en 2001 sin que se hubiesen ejecutado las necesarias obras de urbanización del entorno. De tal modo que funcionó de manera irregular hasta que fue precintada por orden judicial. El cierre se produjo en 2014, en ejecución de una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, TSXG que confirmaba la resolución previa del juzgado Contencioso-administrativo 2 de Ourense que un año antes había anulado la licencia concedida en 2011 por el gobierno local socialista en un intento de legalizar el edificio.

Señalaba el alto tribunal gallego que esta licencia se había concedido sin tener en cuenta la exigida urbanización y que, en consecuencia, la obra ejecutada no se correspondía con el proyecto aprobado. De hecho, el residencia carecía de viales de acceso para vehículos de emergencia o zona de evacuación, por lo que su uso generaba problemas de seguridad tanto para el edificio como para sus ocupantes.

La querella partió de Casas Ourense SA, como miembro de la junta de compensación de la zona 4 del polígono SU-25 de As Lagoas en el que se ubica la residencia, y tuvo como resultado la imputación de la exedil socialista Áurea Soto, investigada por prevaricación. El caso fue archivado pero la Audiencia, en contra del criterio del juez y del propio fiscal, ordenó en abril del año 2016 al juzgado de Instrucción número 2 de Ourense la reapertura.

Las obras de urbanización ejecutadas por la junta de compensación que desarrolla un complejo urbanístico en este polígono finalizaron en diciembre de 2015 pero varios flecos impidieron llegar a tiempo para la apertura de la residencia coincidiendo con el comienzo del curso universitario. Esta era la previsión de la empresa concesionaria, Siresa, que activó un plazo de precomercialización en agosto con la creencia de que se podría iniciar la actividad en septiembre. 190 estudiantes habían comunicado su interés pero finalmente no fue posible. A pesar de que tanto el Concello de Ourense como Siresa y la junta de compensación actuaron con la máxima celeridad para reabrir la instalación, el gobierno local no pudo conceder hasta el 6 de octubre de 2016 la licencia de obra para la legalización del edificio y posterior confirmación de la licencia de apertura. Esto supuso la realización de una serie de trabajos en el edificio para adecuarlo a las exigencias normativas.

Finalmente, las puertas de la residencia universitaria se abrieron ayer al alumnado del campus de Ourense. El director del centro, Jorge Rodríguez, se mostró muy satisfecho por la reapertura y "tranquilo" porque "lo hacemos con las licencias oportunas". Reconoce que el inicio de actividad con el curso ya avanzado supone un trastorno para "todos", estudiantes y empresa, ya que "al reabrir tenemos unos gastos en personal y mantenimiento que no se cubren con las tarifas que aportan los residentes". No obstante, recalca, "teníamos el compromiso de reabrir en cuanto fuese posible y así lo hemos hecho".

Ayer se incorporaron los seis primeros residentes y en los próximos días harán lo propio el resto. Por el momento se han confirmado 15 reservas para 201 plazas pero la empresa confía en ampliar la ocupación hasta el final del curso, tirando no solo de matriculados que opten por rescindir contratos de alquiler, sino también nuevos alumnos que se incorporen a la vida académica en estudios de máster o a través de programas internacionales.

La empresa ofrece para estos posibles usuarios precios con una rebaja del 40% sobre la tarifa de estancia intermedia. La habitación individual con cocina o cocina compartida se oferta hasta junio a 196,80 euros, frente a la tarifa estándar de 328 euros. Estos precios, especiales ahora por las circunstancias, se actualizarán en septiembre.

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