Ser parte de una familia numerosa es poco común en Ourense. Representan un flaco 5% en el conjunto de los hogares. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre el tipo y tamaño de núcleos que conforman la geografía humana de la provincia corresponden al año 2011. En ese momento se contabilizaban 45.077 unidades, de las que sólo 2.325 son viviendas formadas por tres o más hijos.

Lo habitual en Ourense es que nazcan pocos niños y que estos sean hijos únicos o tengan sólo un hermano. De hecho, el número de nacimientos es cada vez más reducido. El Instituto Galego de Estatística cifra en 1.820 el número de nacimientos en toda la provincia en 2015. La mayoría están registrados en la capital, mientras que en 58 de los 92 ayuntamientos el número de bebés incorporados al censo no pasó de cinco ese año. En tres, de hecho, se produjo el fenómeno de la natalidad 'cero', según el IGE, al no registrarse ningún niño. Se trata de O Irixo, O Bolo y Parada de Sil.

El desplome demográfico es una realidad desde hace años que se ha agravado en los últimos años. En las últimas tres décadas se ha perdido una media de 2.724 habitantes al año hasta llegar a los 314.853 habitantes en 2016.

Las proyecciones de población para Ourense arrojan datos mucho peores que los registrados hasta la fecha. La sangría demográfica será todavía más vertiginosa. El INE prevé que en 2031 haya 99.808 mayores de 65 años y sólo 24.651 menores de 16 años. Según este informe, en ese año sólo nacerán 1.243 bebés y las defunciones, al haber menos población, se irán reduciendo progresivamente. Aún así, en la década de los 30 habrá el triple de defunciones que de nacimientos.

La edad de la maternidad se mantendrá en los 33 y 34 años pero habrá más madres a partir de los 40 años. El sociólogo de la Universidad de Vigo, Alberto Saco, señala que el retroceso en el número de nacimientos tiene que ver con la falta de estabilidad económica y laboral de las parejas, pero también con el estilo de vida moderno en el que se fijan otras prioridades materiales y la sociedad tiende a la vida independiente y solitaria.