Las autoridades se felicitan de que la seguridad ciudadana va bien en Ourense, en cómputos generales, pese al repunte de determinados delitos -sustracciones dentro de coches, robos en establecimientos, malos tratos y ciberdelincuencia-, a hechos de máxima importancia no esclarecidos, como el asesinato de Socorro Pérez en mayo de 2015, y a un repunte que trae de cabeza a los investigadores desde hace semanas: los robos en viviendas, que superan la treintena de hechos desde el puente de la Constitución y afectan más al rural, el ámbito de competencia de la Guardia Civil. Muchos parecen ser obra de una banda especializada que aún no ha caído.

Ayer se celebró la junta de seguridad de la ciudad correspondiente al segundo semestre. A falta de datos de diciembre, la estadística de julio a noviembre constata un leve repunte del total de infracciones penales, desde las 1.414 del mismo periodo del año anterior a las 1.439 contabilizadas por la comisaría de Policía. Son una media de 10 denuncias al día en la capital de As Burgas. No obstante, en el segundo semestre el número de detenidos ha crecido un 8,3 %. Fueron arrestadas 301 personas entre julio y noviembre de este año, frente a las 278 del mismo periodo de 2015.

En la demarcación urbana, el ámbito de vigilancia de la Policía Nacional, han disminuido los robos con violencia (22 casos en este segundo semestre por los 30 de la última mitad de 2015), los robos con fuerza en domicilios (23 hechos por 42 del año anterior) y los robos de coches (19 frente a 21). En cambio, según la estadística de la comisaría, han aumentado en este último semestre los robos con fuerza en establecimientos (50 casos denunciados frente a 38 en 2015), las sustracciones en el interior de vehículos (108 frente a 80) así como los malos tratos, que dejaron 92 denuncias entre julio y noviembre por los 86 casos registrados un año antes. Muchos de estos delitos contra el patrimonio son obra de delincuentes multirreincidentes, algunos con más de 20 o 30 detenciones previas. Que varios del grupo de 15 o 20 sospechosos habituales pasen una temporada en prisión hacer caer la estadística.

Los delitos de ciberdelincuencia, sobre todo estafas a través de móvil o correo electrónico, crecen. Recientemente, el principal sindicato de la comisaría, el SUP, pidió la creación de un grupo de delitos telemáticos para poder hacer frente a una realidad delictiva al alza.

La Subdelegación del Gobierno destacó ayer que la reducción "es más acusada en los delitos que generan una mayor alarma social", y de hecho los datos así lo indican porque analizan la criminalidad en la ciudad. La administración destaca también que "los servicios de prevención de la comisaría mejoraron notablemente la eficacia, las detenciones 'in fraganti' y la identificación de responsables, en un porcentaje superior al incremento de la delincuencia".

Pero los representantes vecinales que ayer participaron en la junta local de seguridad, presidida por el subdelegado Roberto Castro y el alcalde Jesús Vázquez, aprovecharon para hacer llegar a las autoridades la preocupación e incluso el "miedo" que perciben entre la ciudadanía por la reciente oleada de robos en domicilios, que afecta más al medio rural. Así coincidían tras la reunión el presidente de la federación vecinal "Limiar", Manuel Carnero, y el de la asociación centro, Ignacio Martín Amaro.

Sobre el repunte de este tipo de robos, que apuntan a una banda especializada que podría desplazarse ex profeso desde otra provincia, el subdelegado, Roberto Castro, confía en que habrá detenciones. "Se está trabajando bien por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional y las operaciones en marcha seguro que darán resultados para que volvamos a una cierta tranquilidad dentro de lo posible, porque siempre hay delitos que pueden repuntar puntualmente", explica.

Los vecinos, en cambio, hacen notar su preocupación por la falta de personal que afecta a todos los cuerpos policiales así como por la duplicidad de funciones, en materias como las custodias o la vigilancia de presos en el hospital, que se traducen en menos policías en la calle. El déficit de agentes, que en el caso de la comisaría es del 21 % (hay 198 funcionarios, incluyendo mandos y a la unidad de Extranjería de Verín, de los 251 previstos), reduce las patrullas y limita la capacidad de vigilancia y prevención. La Subdelegación subraya que Ourense sigue siendo una de las ciudades con los índices delictivos más bajos de España, y pone en valor "los esfuerzos de colaboración" entre distintos cuerpos policiales. El alcalde, Jesús Vázquez, también agradeció la labor de los agentes.

Servicios humanitarios

En 5 meses, las fuerzas de seguridad hicieron en Ourense 149 servicios humanitarios: auxilios a mayores que viven solos y personas con discapacidad, así como apoyos al 061.