El asistente gallego de conducción inteligente, presentado ayer a nivel mundial por Xesol Innovation en el Parque Tecnolóxico de Galicia-Tecnópole, tiene como principales novedades sobre los sistemas ya existentes que puede ser instalado en cualquier vehículo fabricado a partir del año 2000 y que es mucho más preciso, ya que basa su tecnología de detección visual artificial -en lugar de infrarrojos o radares- con el mayor número de ángulos de visión aumentada del mercado. Pero además, es inteligente porque incorpora un sistema de aprendizaje rápido.

El sistema avanzado de asistencia a la conducción (ADAS) desarrollado por Xesol Innovation forma parte del proyecto SmartCars que start-up ha desarrollado desde su nacimiento hace cuatro años. A sus sedes en Vigo y Madrid (en el Campus Google), ha sumado recientemente la de la Tecnópole, elegida para la presentación oficial de su innovador producto, que estará a la venta para particulares en el primer semestre de 2017.

"Nuestro sistema está pensado para proporcionar una mayor seguridad en la conducción, la reducción de los costes de mantenimiento del vehículo, un menor consumo de combustible y una navegación más inteligente", explica el responsable de la empresa, José Nogueira.

El sistema fue diseñado para ser instalado de forma sencilla en cualquier coche ya en uso, al margen de la gama a la que pertenezca, lo que hace que la conducción avanzada esté al alcance de cualquier usuario. Sin embargo, la empresa está en negociaciones con empresas de automoción para incorporarlo también de fábrica en vehículos nuevos, caso en el que podría completarse con funciones de vehículo autónomo, como frenado automático frente a un obstáculo o desvío en caso de peligro.

El único sistema similar del mercado es el desarrollado por la empresa israelí Movileye, con la diferencia de que este solo está dotado de una cámara frontal, mientras que el de Xesol cuenta con tres cámaras.

Este sistema es capaz de proporcionarle al vehículo funciones nuevas y sacar rendimiento de las que ya tenía. Para hacerlo, incorpora tres cámaras de visión artificial, mucho más precisas que los detectores por infrarrojos o radares de sus antecesores a la hora de detectar y predecir situaciones de riesgo y avisar al conductor a tiempo para evitarlas.

Mediante este sistema, el conductor tiene la tranquilidad de recibir información inmediata, que puede no percibirla por despiste o fatiga.