Arturo Baltar, que se encontraba en la jornada de ayer recuperándose de un catarro en la cama, indicaba a FARO DE VIGO: "La inauguración del belén en estas fechas es emocionante, pero yo me entero por la prensa o por la radio, porque nunca me mandan una invitación". Su inseparable amigo, que durante años lo ayudó a montar el belén, Pepe Luis, calificó esta circunstancia como "una tomadura de pelo", que el Concello no le remita una invitación oficial al autor todos los años por estas fechas. Y advierte de que valoran la posibilidad de "retirarlo", lo que podría suceder "este mismo año".
VER GALERÍA | Vista panorámica del belén, con variación de colores. // Jesús RegalVista panorámica del belén, con variación de colores. // Jesús Regal
Por su parte, la concejala de Cultura, Belén Iglesias, explica que llamó al Auditorio "por la mañana", para que le cursaran la invitación, aunque en aquel momento desconocía si había surgido algún inconveniente. Y recuerda que también llamó a Pepe Luis y le remitió un mensaje, porque quería reunirse con el escultor.
El belén de Baltar se encuentra en la capilla de San Cosme y San Damián, dentro del ámbito del Espacio Expositivo que dedica el Concello de Ourense al escultor. Muestra durante todo el año muchas de las escenas tradicionales que ha recreado a lo largo de su vida, como la "Feira de olas", "A Bilbaína", "O Entroido", "A visitación" y "A matanza dos inocentes", entre otros, con miles de piezas de pequeñas dimensiones realizadas con barro, madera y elementos vegetales.
Arturo Baltar dedicó tres años de su vida a reconstruir estas piezas, que se habían arruinado por las filtraciones de agua que había en el monasterio de San Francisco, donde permanecían expuestas. Y hay que lamentar la pérdida de la "Anunciación", que posiblemente ha sido "distraída" por alguna persona que la llevó para su casa.
Durante años sucesivos, Arturo Baltar fue incorporando nuevas imágenes al belén cada año, como un pescador, un afilador, un leñador, varios personajes que ha realizado para "O café cantante", que forma parte del conjunto, varias prostitutas célebres, de Ourense y Ponte Noalla, a las que el autor llama "Pirujas", y "O esforricador", que se encuentra escondido haciendo sus necesidades.
El belén de Baltar es como un camino iniciático, en el que la persona que lo contempla puede encontrar espacios dedicados a temas ourensanos. En la parte superior se divisan los montes de Cova do Lobo y el entorno de la ciudad, junto a otras semi imaginarias, como Allariz, Barbadás y Vilanova dos Infantes. Dentro del conjunto, los oficios tradicionales cuentan con una amplia representación. En la parte central está el nacimiento, con A Virxe, San Xosé, O Neno, la vaca, el buey, la burra, los ángeles y los pastores.
Cuenta con escenas de motivación religiosa, como "A matanza dos inocentes", "A adoración", "A circuncisión", y "A presentación do Neno no templo".
Mercedes Gallego recuerda que el belén de Baltar nació por el encargo que le hizo en 1967 al artista la Asociación de Belenistas.
