La Policía Local se encarga de velar por la seguridad de 58 mujeres que residen en la ciudad y que fueron víctimas de violencia de género. Un seguimiento que se lleva a cabo de forma permanente, y que forma parte de las numerosas iniciativas que los funcionarios desarrollan en esta materia. Además, durante el pasado año se llevaron a cabo 1.386 intervenciones, entre las que destacan el millar de llamadas que efectuaron a las víctimas de agresiones por parte de sus maridos, parejas o exparejas.

Así como la realización de 29 entrevistas con mujeres maltratadas, junto con 265 pruebas para valorar riesgos y los 121 contactos telefónicos con imputados y 9 contactos específicos con presuntos agresores. Un trabajo de seguimiento que realizan agentes de la Oficina de Denuncias y que también lleva consigo desplazamientos a domicilios.

Son datos con los que por parte del representante sindical de la CIG en la Policía Local, Pedro Pérez, defiende la "intensa, eficaz e importantísima labora" que llevan a cabo los funcionarios adscritos a esas tareas, sobre todo después de la controversia que se suscitó entorno a al Policía Local, relacionada con la optimización de recursos, en la que se cuestionaba que agentes realizasen tareas administrativas y no estuviesen en la calle. "No es cierto que la Oficina de Denuncias solo está para atender denuncias", y critica el "desconocimiento político" que desde hace años se tiene del trabajo policial, sentencia.

Sobre esta cuestión, concreta que las tareas de protección y seguimiento de las víctimas y agresores, legalmente, deben hacerlas los miembros de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero que "por falta de medios humanos" en la ciudad se decidió repartir el trabajo entre los tres cuerpos policiales existentes, como el Nacional, Autonómico y Local.

Sostiene Pérez que desde su sindicato "defenderemos que cualquier tarea que tenga que ver con la Policía Local debe ser realizada por agentes, por su experiencia y profesionalidad y por el buen trabajo que desarrollan". Con lo que reivindica, como se viene planteando desde hace tiempo, la creación de unos puestos de segunda actividad, y "no tener que acabar un agente patrullando en la calle con 65 años".

Lo que tiene claro el representante de la CIG es que se debe resolver de inmediato "la importante merma de efectivos", que se debe a la "dejadez de los gobiernos del PSOE y PP".