Si existe un delito difícil de investigar es el de incendio forestal, pese al esfuerzo de los agentes de campo. Solo en la provincia de Ourense, la más castigada por el fuego de Galicia, la Policía Autonómica llevó a cabo 1.554 inspecciones oculares, consultó 1.265 matrículas de vehículos que habían sido vistos en la zona de un incendio, e identificó a un total de 1.164 personas. Además, formuló 38 denuncias por quemas y 264 por incumplimientos de la franja mínima de protección. A pesar del esfuerzo policial de una unidad con hasta 33 efectivos volcados en la prevención y lucha contra los incendios -la cifra incluye los refuerzos de la época de máximo riesgo-, la Policía Autonómica únicamente fue capaz de esclarecer un total de 39 incendios en 2015, según su última memoria. El año anterior había resuelto 37. Bajó el número de personas detenidas o investigadas como presuntos incendiarios. En 2014 fueron 16 y el año pasado hubo pruebas contra 14. El número de arrestos o imputaciones por incendios forestales, en toda Galicia, fue de 71 en 2015, esclareciéndose 132 fuegos. El resto de cuerpos solo detuvieron a 3 personas más.

En cada campaña de máximo riesgo, la Xunta redobla un poco más su mensaje contra los incendiarios, a los que responsabiliza de la mayoría de los frentes. Las autoridades piden colaboración ciudadana para que el silencio no se convierta en cómplice de los autores intencionados de fuegos. Las llamas destruyen muchas de las pruebas y más allá de la localización de artefactos y de la detención de algún pirómano cada verano, los datos señalan que la inmensa mayoría de los incendios forestales tienen lugar por imprudencias o negligencias.

Intención agraria o forestal

De los 71 detenidos o imputados en toda Galicia en 2015, 60 no pretendía causar un incendio. El 85%, por tanto, son responsables por una negligencia. Once de los investigados sí tenían intención. Según la Policía Autonómica, los autores deliberados "presenta mayoritariamente una motivación relacionada con actividades agrarias y de eliminación de maleza., para la limpieza de tecores de caza, la renovación de pastos, ahuyentar al jabalí, cambiar el uso del suelo, conflictos socio-laboral, peleas y venganzas entre vecinos, etcétera". También se incluyen los causados por personas con patologías o adicciones, dos factores en ocasiones asociados.

En cambio, los incendios accidentales están motivados "por el uso negligente de maquinaria agrícola o industrial, un deficiente mantenimiento en la zonas de servidumbre de los tendidos eléctricos, la acumulación de combustible en zona forestal, el abandono de vehículos en zonas sensibles, las caídas de árboles sobre tendidos, los causados por las pastillas de freno del ferrocarril, causas atmosféricas naturales, etcétera", según la Policía Adscrita.