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Investigan bajo secreto la muerte de un octogenario que vivía solo

La Guardia Civil no tiene confirmación de que un vecino de O Bolo fuera víctima de un crimen - Recogen ADN en su entorno próximo

La vivienda del fallecido en O Bolo sigue precintada. // FdV

La primera inspección de los investigadores de la Guardia Civil de Ourense no encontró evidencias de un crimen, pero, casi dos meses después de la muerte de un octogenario de O Bolo, que apareció muerto en su casa, la investigación policial continúa abierta y hay varias hipótesis que permanecen abiertas, incluida la de un posible homicidio, aunque de momento no haya pruebas. Las pesquisas se llevan a cabo en coordinación con el juzgado único de A Pobra de Trives, que mantiene el secreto de actuaciones. Agentes del instituto armado de Madrid han intervenido con sus propios medios de investigación. Han recogido muestras de saliva empezando por las personas del entorno más próximo del anciano.

El fallecido, Manuel Arias, de 86 años, fue hallado muerto por unos sobrinos el pasado 16 de octubre en la casa donde vivía solo de Chao de Costro, una aldea de 35 habitantes del concello ourensano de O Bolo. Los vecinos lo habían echado en falta al no verlo en la misa. El octogenario, que al parecer no tenía problemas de salud, cuidaba de tres vacas y media docena de ovejas.

Los agentes de la Guardia estuvieron varios días en la localidad tras la muerte del mayor. Desde hace más de un mes no han regresado, según la percepción de los vecinos. Pero la investigación no está cerrada y el juzgado de Trives mantiene las diligencias bajo secreto sumarial mientras no se aclaren las circunstancias del fallecimiento.

El cadáver del hombre estaba en una silla y presentaba golpes en la cabeza. La hipótesis de un accidente o de una muerte natural no se han descartado, pero las pesquisas buscan pruebas de posible homicidio para no descartar ninguna posibilidad. Los agentes han tomado muestras de ADN, en saliva, a los sobrinos del fallecido, que residen en una localidad próxima. El objetivo es cotejar el perfil genético con los restos encontrados en la inspección ocular de la vivienda. Los agentes también han rastreado las cuentas bancarias del fallecido así como sus propiedades.

La casa sigue acordonada

En un principio, el octogenario no tenía ninguna deuda contraído con terceros ni hay evidencias de que hubiera sido víctima de un robo. Pero si investiga si el octogenario perdió la vida tras ser golpeado con algún objeto contundente.

La vivienda de Manuel Arias fue precintada tras la inspección ocular y el cordón continúa en la puerta de la vivienda para impedir el paso, y también en la cuadra de la planta baja.

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