El hombre que acusa a un ourensano de haberle disparado tras sorprenderle robando en su empresa de desguaces de Coles, el 17 de marzo de 2013, "pensó" que lo iba a matar, según sus palabras. Además del tiro que presuntamente recibió por la espalda al ser descubierto, a unos 2 o 3 metros, oyó cómo el presunto agresor apretaba varias veces más el gatillo, aunque la bala no llegó a salir. Así lo manifestó ayer en la Audiencia de Ourense. En cambio, J. J. G. C. niega los hechos. La Fiscalía pide 6 años de cárcel por presuntos delitos de intento de homicidio y tenencia ilícita de armas.

La víctima asegura que el agresor le dijo que lo tendría que haber matado, y que lo obligó a ponerse de rodillas. Según su versión, tardó unas 3 horas en ir a un centro sanitario porque no quería dar explicaciones del motivo de su herida, ya que se encontraba en libertad condicional. De hecho en un primer momento fue a buscar cocaína para calmar el dolor.

Su versión fue corroborada por su compañera sentimental, que lo esperaba en un coche fuera del desguace. La mujer ha dicho que escuchó más de dos ruidos que le "parecían golpes, petardos o disparos", aunque no pudo concretar más porque en ese momento "estaba enferma con neumonía".

El acusado, J.J.G.C., dijo en su interrogatorio que la versión del acusado "es todo mentira". Según él, "redujo" al hombre que se había introducido en su establecimiento después de perseguirle y hacerle frente, a pesar de que llevaba un destornillador en la mano e iba tapado con un pasamontañas.

Cuando descubrió al hombre en el interior de su negocio avisó a su padre por teléfono móvil, que se acercó inmediatamente en coche, ya que ambos residen a un kilómetro de distancia. Su progenitor y fundador de la empresa, M. G. A., está sentando en el banquillo por una falta de lesiones.

El presunto autor del tiroteo dice que retuvo al denunciante después de "cogerle por el cuello" y sentarse encima de él para inmovilizarle los brazos. Fue en ese momento, según su versión, cuando el hombre le devolvió el dinero que había sustraído de una caja en el interior del negocio, unos 2.000 euros en billetes.

Dos versiones "creíbles"

Sí reconoce que, al llegar y ver la escena, su padre, M.G.A. le propinó "unas patadas" en la cadera, mientras le preguntaba "quién era" y "qué estaba haciendo". El principal acusado subraya que en el momento de irse, "no tenía nada de sangre ni se quejaba de dolor".

El agente de la Guardia Civil encargado de la investigación declaró ayer que aunque ambas versiones ofrecen "credibilidad" se comprobó si en el día de los hechos o el día anterior pudo haber alguna incidencia con arma de fuego, debido a los "enormes antecedentes judiciales" del denunciante y de su compañera. Tras la investigación ocular en el lugar de los hechos "no se encontraron casquillos ni munición". El cristal roto y la caja en la que supuestamente estaba el dinero robado "hacían factible" el relato del denunciado.

Sin embargo, la prueba de la parafina realizada para comprobar si había efectuado disparos dio positivo en restos de pólvora. El acusado alega que el día anterior a los hechos estuvo disparando un rifle contra una silla vieja en casa de un hermano, lo que confirman el familiar y un amigo. El padre del acusado también incide en que su hijo compraba habitualmente petardos con los que celebraba las victorias del Real Madrid. Además, la defensa ha insistido en que el acusado trabaja diariamente con productos químicos.

La Fiscalía pide para el acusado una 5 años por intento de homicidio, con la atenuante de legítima defensa, y 1 año por otro delito de tenencia ilícita de armas. Propone una indemnización de 2.080 euros por las lesiones sufridas y de 3.000 por las secuelas. Al Sergas le corresponderían 2.84 euros, por el coste de la asistencia a la víctima.

La acusación particular reclama un total de 18 años y una multa de 15.000 euros por las lesiones y secuelas recibidas. El denunciante sufrió una herida de bala en la zona cervical izquierda y tuvo que estar hospitalizado 4 días. La defensa solicita la libre absolución. El juicio concluye hoy, con las periciales y el informe de conclusiones de las partes.