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El edificio permanece cerrado desde su inauguración en enero de 2015

El alcalde plantea a la oposición estudiar otras opciones que permitan abrir la plaza de A Ponte

Reconoce que se trata de una situación "muy compleja" después de dos concursos fallidos para la gestión del recinto - Vázquez advierte que "no voy a quedar como el culpable" cuando el proyecto viene del anterior gobierno

Interior del edificio de la plaza de abastos de A Ponte, que permanece cerrado desde hace casi dos años. // Jesús Regal

La solución a la situación en la que se encuentra el inmueble de la plaza de abastos de A Ponte, que permanece cerrada desde su inauguración, en enero de 2015, después de que el Ministerio de Fomento invirtiese en su rehabilitación 2 millones de euros, pasa por buscar otras opciones para su gestión. Es el planteamiento que hizo ayer el alcalde, Jesús Vázquez, a los grupos de la oposición, después de que el segundo intento para adjudicar la gestión quedase desierto. Una situación que por parte del gobierno municipal "se temían", como así se reconoce, y eso a pesar de rebajar la cuantía del canon anual que deberían abonar al Concello.

El regidor reconoce que se trata de una "situación muy compleja", por lo que apuesta por "una solución consensuada y fruto del diálogo". De ahí que la intención sea reunir de inmediato la comisión creada para la apertura del mercado de A Ponte, en la que están representados todos los grupos políticos, y a través de un planteamiento "serio y riguroso", seguir la normativa y legalidad.

Una de las cuestiones en las que incide Jesús Vázquez es en que el reciente concurso que se puso en marcha, con una rebaja importante del canon, así como la reducción de horarios y otras mejoras, contó con el acuerdo mayoritario de los grupos municipales, excepto Democracia Ourensana, que se desmarcó en la última reunión de la comisión, para plantear que se cediese la gestión del edificio al Inorde, organismo que depende de la Diputación, y a la Xunta.

Responsabilidades

Y aunque el alcalde proclama que no "quiero mirar para atrás", deja claro que "no voy permitir que sea el responsable", en alusión a las críticas vertidas por el portavoz socialista, Vázquez Barquero, en el sentido de que "tengo la sensación de que el gobierno municipal no está interesado en que esto se ponga en marcha como plaza de abastos". Además de advertir que en su momento el alcalde "dijo que se le podía dar otra finalidad a este edificio".

El regidor, molesto por estas insinuaciones, recuerda que el proyecto "viene de otro gobierno -el del PSOE- y nosotros lo asumimos aunque tal y como estaba planteado no iba dar sus frutos". Y aunque la apuesta del gobierno popular contempla otros modelos, como el de la plaza de abastos de Tomiño, a través de una empresa que se encarga de un gestión mixta, tanto de mercado como en el ámbito cultural y de ocio, con fondos municipales.

En relación a la aseveración de Vázquez Barquero, que incidía en que la remodelación del edificio de la plaza de abastos de A Ponte "nacía como un proyecto emblemático y ahora el asunto se esta demorando mucho", la réplica del alcalde se sustenta en todo lo que lleva realizado el actual gobierno, con la puesta en marcha de sendos concurso para la adjudicación de la gestión, con sendos pliegos de condiciones administrativas, que resultaron fallido.

De ahí que la demora a la que hace referencia el portavoz socialista se produce desde el mismo momento en que se inaugura un edificio sin que se hubiese puesto en marcha el concurso correspondiente para la gestión y, lo que es más grave, sin haber aprobado el correspondiente pliego.

Pero más allá de esas consideraciones, que para Jesús Vázquez no hacen más que generar una polémica que en nada favorece a solucionar la situación, de lo que se trata ahora es de "dejar a un lado las siglas y reproches de culpas" y centrar los esfuerzos en buscar una solución.

De ahí que señale el acuerdo que se alcanzó en la mesa para la apertura de la plaza de abastos entre el gobierno popular, PSOE y Ourense en Común, para el último procedimiento de contratación, y al que finalmente no se presentó ninguna empresa. Y eso que el canon anual que se había fijado era de 45.410 euros, entorno a 7.000 euros menos que en el primer concurso. Además, el Concello redujo las horas de apertura que se exigían, que no fueron suficientes para que se formalizase oferta alguna.

La conclusión a la que llega Jesús Vázquez es que con las empresas o emprendedores con los que se mantuvieron contactos, después de ver las instalaciones, con 8 puestos, entre los que se encuentran los de carnicería, pescadería, quesería, una delicatessen, así como un restaurante, "los datos no le cuadraban", en alusión a que la gestión "era inviable".

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