Nibia Aurora Cano Carrillo, la mujer colombiana que desde hace 10 años llevaba una vida discreta y tranquila en Ourense y sobre la que pesan acusaciones de asesinato y pertenencia al grupo terrorista de Colombia, Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha sido trasladada al centro penitenciario de Brieva, en Ávila, a la espera de la orden de extradición a su país que deberá dictar la Audiencia Nacional.

La sospechosa, de 49 años, fue arrestada el lunes por la tarde en un bar del barrio de O Couto, donde residía desde hace diez años. Por mandato del juez Ismael Moreno ingresó en la prisión de Pereiro de Aguiar el marte, y allí permaneció dos días hasta que el jueves por la mañana fue trasladada a Ávila.

Su paso por la prisión ourensana ha sido tan discreto y normal como la vida que esta mujer, que trabajaba en un club de alterne de la calle Ervedelo, ha mantenido los últimos diez años en la capital de As Burgas. La noticia de su detención, y especialmente las causas, han causado un gran impacto entre sus vecinos y conocidos, incapaces de relacionar a Nibia Aurora con delitos de asesinato y menos aún de terrorismo. La misma tranquilidad que demostró en el momento de su detención la acompañó en las horas siguientes al arresto y también después de conocer los cargos que se le atribuyen: tres atentados que acabaron con la vida de cinco policías y tres civiles (uno de ellos un niño). Esta calma ha llamado la atención de las fuerzas de seguridad que practicaron la detención y de los que han tenido contacto con ella a lo largo de todo el operativo. Saber que será dictada contra ella una orden de extradición que la llevará ante la justicia colombiana, tampoco le ha trastocado el ánimo, al menos aparentemente. Las alrededor de 48 horas que pasó en el centro penitenciario de Pereiro se mostró igual de afable que en su vida cotidiana, e incluso preocupada por finalizar el contrato de alquiler de la vivienda que ocupaba en la calle Francisco de Moure de O Couto.

Esta operación es fruto de la colaboración policial española a partir de la detención solicitada por Colombia, que en la investigación de los atentados identificó a Nibia Aurora y a su hermano como partícipes de los crímenes. Una vez localizada en España, algo que no debió resultar difícil ya que la detenida se prodigaba en redes sociales e incluso salía en el listín telefónico, la Udyco Central de la Policía Nacional y la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de Ourense trabajaron coordinados hasta su arresto.