"Mientras haya un solo muerto por accidente de tráfico es que algo estamos haciendo mal". Son palabras del jefe provincial de Tráfico, David Llorente, que ayer asistió al acto organizado por el Concello de Ourense y Stop Accidentes en recuerdo de las víctimas de la siniestralidad vial en el que se guardó un minuto de silencio por los ausentes y se descubrió una placa en el suelo, a los pies de un banco de la calle Paseo, en homenaje a los fallecidos.

El "objetivo cero" que persigue esta asociación de ayuda y orientación a los afectados por los accidentes de tráfico en colaboración con la Fundación Mapfre es "muy difícil", admite Llorente porque, además de las negligencias que se puedan producir "existe la fatalidad", pero lograr que nadie pierda la vida en la carretera es un reto en el que "tenemos que seguir trabajando", señaló.

A poco más de un mes de que finalice 2016, el balance de víctimas en Ourense es trágico y negativo con 11 personas fallecidas, dos más que el año pasado. Un repunte sobre un dato récord para la provincia, que cerró 2015 con la cifra más baja de fallecidos en carretera desde que la Dirección General de Tráfico empezó a realizar esta estadística, en la década de los 80. De hecho, 1987 fue el peor año en Ourense, con 99 fallecidos. Desde entonces, el número de personas víctimas mortales ha caído un 90%. En 2015 fueron nueve las personas que perdieron la vida, siete de ellas en carretera y otras dos en accidentes urbanos.

La entrada en vigor del carné por puntos en 2006 y la reforma penal de 2008 que elevó a la condición de delito determinados excesos de velocidad y alcoholemias, junto con la instalación de radares fijos y la intensificación de las campañas de vigilancia y concienciación marcaron un punto de inflexión en esta evolución de los siniestros mortales. Llorente apunta que hasta 2008 el número de fallecidos en Ourense nunca bajó de 40 anuales si bien a partir de estas modificaciones la cifra empezó a retroceder. 2013 se cerró con 18 víctimas, 2014 con 14 y 2015 con nueve, el mejor dato de la serie. Si no se producen más muertes este año, 2016 será el segundo mejor año para Ourense. Esta tendencia, explica el jefe de Tráfico, se da también en el número de heridos, que también se ha visto reducido. En todo caso, reducir la mortalidad no es suficiente para la Dirección General de Tráfico ni para las asociaciones de afectados por los accidentes que ayer celebraron diversos actos centrados no solo en recordar a los ausentes, sino para llamar a la reflexión de toda la sociedad.

La delegación gallega de la Asociación de Prevención de Accidentes AP(A)T celebró un acto en el colegio Salesianos y Stop Accidentes organizó, en colaboración con el Concello, el acto institucional en la calle Paseo que contó con la presencia del alcalde, Jesús Vázquez, el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández, y responsables de los cuerpos de seguridad y emergencias. Benito Bouzada y Daniel Pousada, de Stop Accidentes, agradecen el apoyo político pero reclaman medidas concretas para reducir la siniestralidad que no se queden "en meros anuncios". Apelan a la "responsabilidad de todos" y proponen un "pacto de Estado contra la violencia vial". Descubrió la placa Rafa Cid, cuya mujer falleció el año pasado atropellada en A Saínza en un exceso de velocidad.