La polémica relacionada con el plan de inversiones de casi 13 millones de euros para obras en diferentes zonas de la ciudad se mantiene, incluso después de que fuese aprobado por PP y PSOE. Así, el edil OUeC, Miguel Doval, además de volver a cuestionar todo el proceso seguido, calificó el mismo como "una componenda" entre los dos partidos, junto con la federación Limiar y la Asociación Miño, ya que "a las asociaciones que no entraron por el aro, quedaron fuera del reparto".
Y aunque Doval "felicitó" a los colectivos que van ver mejoradas las zonas donde residen , alerta de "esto no es el presupuesto participativo", y denuncia la "falta del principio de solidaridad", ya que algunos "van tener cinco obras y, por contra, otros ninguna". Y en relación a las 76 obras prevista en el plan, dijo que "tengo poca fe en que se lleven a cabo todas", con el argumento de que muchas obras que vienen siendo solicitadas desde hace años "se quedaron fuera".
Para cuestionar que se incluyan actuaciones en terrenos que no son propiedad municipal, ya que en algunos casos correspondería tanto al Estado, Xunta como a la propia Diputación.
Fondos para "paparotas"
Otro de los argumentos críticos que esgrime Miguel Doval está relacionado con la filosofía que se llevó a cabo, y las "componendas" entre Limiar y Miño con PP y PSOE para sacar adelante el plan. Así como en las subvenciones que se conceden.
El ejemplo que puso Doval, y que entiende es muy ilustrativo sobre ciertas actuaciones, es que: "Una paparota en el campo de la feria organizado por esos dos colectivos vecinales tuvo un coste para el concello de 4.000 euros, mientras que al Banco de Alimentos se le da 5.000 euros para todo el año. En una tarde se comieron casi todo lo que se le da a la Oneg. Eso si que es una contradicción".
Y señalar que algunas asociaciones también reciben ayudas de otras administraciones, en este caso de la Diputación, destinadas a mejoras de locales, colocación del hilo musical, incluso algunas que no están en el registro del propio Concello.
