En medio de la batalla interna que libra el PSOE ourensano, el pleno de ayer se presentaba también como el primer acto institucional en el que se haría efectivo el cese de Ignacio Gómez como portavoz del grupo socialista forzado por cinco de sus compañeros. Su sustituto, Francisco Fraga, ocupó el mismo sillón que desde 2011 correspondió al alcalde de Ribadavia, en un relevo que se produjo sin sobresaltos pero en un clima de tensión. Gómez, relegado a la segunda fila, indicó al final del pleno que "acata" el relevo en el plano institucional, pero no a nivel orgánico donde, dijo, "sigo siendo portavoz mientras no se pronuncie el partido".

La controvertida sustitución trae consigo un cambio de tono que fue aplaudido por Baltar porque "favorece a la institución y a la provincia" y criticado por el representante de DO que interpretó el apoyo del PP a ocho de las 10 propuestas socialistas como "un premio" por el cese de Gómez. Plácido Álvarez, del PP, admitió que si bien admiten el doble de medidas que en el pleno de 2014, las propuestas socialistas son "simples, sin novedad, que se limitan a reformar planes en marcha".