El exconcejal Francisco Javier Rodríguez Nóvoa, el actual responsable de Recursos Humanos del Concello de Ourense, tendrá que declarar en calidad de testigo en el caso Baltar, en el que se investiga la denuncia de una mujer, T. F. C., contra el presidente de la Diputación, por la supuesta promesa de un empleo a cambio de una relación sexual. La magistrada del Juzgado de Instrucción Número 3, Eva Armesto, ha citado al exedil para el próximo día 22 de noviembre, en una jornada en la que se han programado 5 declaraciones testificales.

Además de Javier Rodríguez Nóvoa, prestarán declaración en calidad de testigos dos trabajadoras de la sede del PP de Ourense y otras dos personas ligadas a la formación.

Las nuevas declaraciones acordadas por la magistrada, que averigua posibles delitos de cohecho y tráfico de influencias, sin descartar la posibilidad de un acoso sexual, fueron propuestas como prueba por la mujer, que mantiene la categoría de denunciante-investigada (es acusación particular pero también sospechosa de cómplice en el cohecho). Los testigos están obligados a decir verdad y a responder a todas las partes, bajo apercibimiento de comisión de un delito. La instructora acuerda esta prueba, como ha hecho saber a las partes, con el objetivo de establecer la posible relación de dependencia o prestación de servicios con el PP de la mujer, y con ello con el investigado y su entorno.

Además de José Manuel Baltar, en las diligencias continúan imputados su padre y predecesor, José Luis Baltar, y el jefe de personal de la Diputación y alcalde del PP en Monterrei, José Luis Suárez. El exbarón fue el último en comparecer ante la juez. El 29 de septiembre, Baltar padre se defendió acusando a la denunciante-investigada de chantajearlo, en una línea argumental que también ha esgrimido la defensa del actual presidente. El exbarón aludió a uno de los audios grabados en secreto que la mujer presentó como prueba: "Si no me da una solución, pues habrá que hacer lo que haya que hacer", le dice en una de esas grabaciones.