G. A. P., un ourensano de 44 años con 14 detenciones previas, estaba ayer en estado grave en el hospital, tras protagonizar una huida temeraria de la Policía Nacional, a mediodía. Tras eludir una orden de alto en la Avenida de Zamora -la patrulla reconoció al sospechoso-, emprendió una fuga a toda velocidad, llegando a embestir un coche policial que quería cortarle el paso. Finalmente, se empotró contra un bajo tras perder el control en la calle Remedios, a la que accedió en dirección prohibida. Fue retenido y trasladado al hospital en ambulancia. Dos agentes resultaron lesionados y el principal sindicato de la Comisaría, el SUP, se personará como acusación particular.

Al conductor se le imputa un delito de atentado a agentes de la autoridad y otro contra la seguridad vial por su acción temeraria. Cuenta con antecedentes por robos y tráfico de drogas, por lo que la Policía sospechaba que estuviera huyendo para no ser detenido con algún efecto de delito. Los agentes inspeccionaron su vehículo, un Volkswagen Polo, y no hallaron nada relevante.

En su huida "kamikaze", el conductor se saltó semáforos, se subió a isletas y puso en peligro a peatones y a otros conductores. En Marcelo Macías, cerca del Posío, embistió el vehículo policial y en la Avenida de Portugal colisionó contra un particular. Tras estrellarse contra el bajo de Remedios, su coche empezó a arder. Los policías extinguieron el fuego. Fue trasladado al CHUO con pronóstico grave. La calle estuvo cortada y los vecinos asistieron, estupefactos, a la secuencia de hechos.