Oliver Laxe, nacido en París hace 34 años, pero hijo de emigrantes de A Coruña y cuyos trabajos han sido galardonados ya en certámenes cinematográficos como el de Cannes, recibió ayer el Premio Cidade de Ourense del Festival Internacional de Cine de Ourense, un galardón que recibió "con honor y respeto" indicó "y ante el que espero estar a la altura" .

El cineasta, considerado como uno de los más exitosos creadores del Novo Cine Galego y cuya obra "Mimosas" ha sido galardonada en festivales como el de Cannes, ha recibido el Cidade de Ourense, de la 21 edición del OUFF, "por ser un ejemplo del gallego en la diáspora que quiso hacer universal como tantos otros la tierra de sus padres a través de su cine", señaló el alcalde, Jesús Vázquez durante el acto de entrega del galardón.

Destacó además "la mirada atrevida, comprometida y vanguardista" de Oliver Laxe "que pone el foco en el lado más espiritual de la vida, tratando con una delicadeza fantástica los elementos y pequeñas cosas que habitualmente quedan fuera de plano, y reconvirtiendo así las nuevas formas de narrar, pero con un pie en la tradición".

Por su parte, Oliver Laxe agradeció las palabras del alcalde y califico Ourense como una ciudad de escritores, intelectualidad, inspiradora y de naturaleza alquímica y fecunda". En perfecto gallego, elogió el festival y señaló que se sentía en la ciudad "como cuando uno como estudiante vuelve a casa mucho tiempo después, a tomar "a sopiña quente da nai".

Antes de participar en este acto Laxe declaró ante los medios comunicación que está "muy contento" de poder asistir a este festival que se ha situado como el "patriarca" del cine en Galicia gracias a su importante "legado".

También reconoció que algunas de sus películas como "Todos vós sodes capitáns" (2010) y "Mimosas" (2016) le parecen "profundamente gallegas, aún cuando fueran rodadas en Marruecos, pero señaló que el cine actual es ya "una mezcla de identidades que ya no se pueden quedar en en una sola identidad o una nacionalidad concretas".