- FARO contó la historia de una familia de Ourense que tuvo que llevar a su hijo a un centro privado de Barcelona, al no encontrar aquí ninguno adecuado para menores con problemas graves de conducta.

- Un defecto del sistema de protección es que en Galicia no existe un centro para esos menores que no delinquen pero presentan graves trastornos de conducta. Aunque la Ley de Protección Jurídica del Menor, tras la última reforma de hace unos meses, regula específicamente los ingresos iniciales en estos recursos, hoy en día carecemos de un centro adecuado. Un trastorno de conducta es del joven que no es un maltratador pero que está a las puertas. Puede ser un chaval con una hiperactividad asociada a otra problemática. Y como no es lo mismo un problema psiquiátrico, que de drogodependencia; un problema de agresividad en el ámbito familiar o escolar, que un problema psiquiátrico derivado de un comportamiento sexual anormal, necesitaríamos unidades especializadas para cada tipo de menor. Más que el recurso material necesitamos personas formadas para tratar esas patologías Ahora se están derivando al Sergas, a la unidad de salud mental infanto-juvenil, que hace lo que puede. Hay jóvenes que no podrían o deberían convivir en casa, que necesitarían un centro específico para que los padres pudieran sentirse un poco liberados. Si tenemos una chica de 14 o 16 años que está embarazada y no quiere vivir en casa, ¿qué hacemos con ella¿, la ingresamos en A Carballeira? A las 24 horas ya no estará, y como esa hay fugas masivas. ¿Qué hacemos con menores que ejercen la prostitución voluntariamente y que no quieren estar en el sistema de protección, ni tienen una familia para que se haga cargo?