Durante las más de dos horas que duró el pleno ordinario de O Carballiño las cinco ex trabajadoras del servicio de limpiezas de los centros educativos, que fueron despedidas por la empresa concesionaria, debido a la municipalización del servicio, se manifestaron en el exterior con diferentes tipos de consignas y una constante sirena en contra del concello. Mientras tanto, el pleno aprobó el pago de facturas de suministro, (gas, electricidad,..) que son del año 2015, y otras de 2013 y 2014 por lo que desde Av-Son apuntó que habría que hacer una normativa para que este tipo de facturas tardías caduquen por no presentarlas a tiempo y el PP pidió hacer concursos para evitar este tipo de reparos. No obstante,se aprobó el expediente de crédito por unanimidad.

Pero además, se aprobó por unanimidad otra modificación de créditos, por 876.000 euros, de un remanente de tesorería de 2015, para gastos corrientes, la mayor parte para liquidar la deuda con Aquagest.

El pleno aprobó, con la abstención del Grupo no Adscrito, la modificación puntual del PXOM para el proyecto de piscina en el Gran Balneario. Estaba previsto una edificación de tres alturas pero al final el proyecto se cambió por construir a nivel de suelo, algo que agradó a todos los grupos políticos. No obstante, el BNG mostró su recelo a que este proyecto se ejecute a medio plazo, y apuntó que le daría seguimiento. El PP auguró que cuando esta obra finalice, y junto con el nuevo balneario de Partovia, O Carballiño "volverá a ser una villa termal". El alcalde explicó que la modificación consiste en una modificación de la distribución de las superficies.

Entró por urgencias una moción del PP pidiendo el compromiso de municipalización del servicio de recaudación en el plazo de tiempo más breve posible, y que mientras el concello no esté preparado para gestionarlo descarte la opción de privatizarlo por más tiempo y lo delegue a la Diputación. PSOE y Grupo no Adscrito votó en contra

Aquí el PP explicó que el periodo de transición podría ser a través de otro concurso con otra empresa privada o a través de la Diputación. Y a última hora añadió, a petición de AV-Son, la cláusula de que si la Diputación intentaba privatizarlo se le retiraría la concesión. Aquí el alcalde, Francisco Fumega, explicó que la transición prevé hacerla en cuatro fases, y en cada una el concello asumiría el cobro de más tasas. Y apuntó que la diferencia de gastos con la Diputación y con la empresa es que la primera cobra un 5 por ciento y la segunda solo un 3,5 pero además ofrece la gestión de multas lo que considera importante para que éstas no prescriban.

Al final del pleno la CIG criticó el despido de las trabajadoras, debiendo mantenerlas hasta que salieran las plazas, y que hay un jucio por ello.