Un ciudadano marroquí, S.N, acusado de un delito contra la salud pública por supuesto tráfico de drogas, tenía en su poder más de 3 kilos de hachís y 2 gramos de cocaína. Ayer negó en el juicio que los estupefacientes fueran suyos. Dijo que el responsable era uno de sus compañeros de piso, un compatriota. Así lo manifestó ayer en la Audiencia Provincial de Ourense, durante un interrogatorio en el que estuvo asistido por una intérprete. El hombre se declaró "una víctima" y aseguró que la bolsa en la que fue hallada la droga se la había dado un compañero de piso para que la arrojase a la basura.

La Fiscalía mantuvo la acusación y solicita para el ciudadano marroquí una pena de 4 años y 6 meses de prisión más una multa de 40.000 euros por un presunto delito contra la salud pública. El ministerio público ofrece la alternativa de que se sustituya la condena a prisión por la expulsión del país del acusado, durante 8 años.

La investigación se inició, según la Fiscalía, ante las "fundadas sospechas" del grupo de drogas de la Comisaría de Ourense de que el hombre, de 43 años y sin antecedentes, se dedicaba a la distribución de estupefacientes por toda la provincia.

Como resultado de las vigilancias policiales, el 9 de julio de 2015 los agentes observaron que el acusado abandonaba su domicilio en la ciudad con una bolsa de plástico de color rojo en la mano, dirigiéndose a contenedores de basura. En ese momento, fue interceptado. Llevaba una placa de una sustancia vegetal marrón con un peso aproximado de 97 gramos, otra placa de menor tamaño, así como una sustancia de idénticas características con un peso de unos 64 gramos, dos barritas de una sustancia igual con un peso de 26 y dos bellotas de una sustancia vegetal de 20 gramos.

Maleta con droga en su cuarto

Los agentes hicieron un registro domiciliario, donde puntualizan que cada morador tenía llave de su habitación, y localizaron en su cuarto una maleta que contenía cinco placas de una sustancia de color marrón. En concreto, se trataba de resina de cannabis con un peso que superaba los 3,23 kilogramos, cuyo valor en el mercado ascendería, si se vendiera gramo a gramo, a una cantidad cercana a los 18.700 euros. Además del cannabis, la Policía halló otras seis bolsitas de plástico con un total de 2,6 gramos de cocaína.

Frente a la versión del acusado, el fiscal aprecia "contradicciones". El hombre declaró el año pasado que se encontró la bolsa en la basura y que la cogió, un relato que cambió en el juicio, al asegurar que se la dio su compañero de piso. Según los agentes, la droga procedía presuntamente procedente de Marruecos y era distribuida desde León.

La defensa del acusado, que reclama su libre absolución, ha pedido la nulidad del registro domiciliario al entender que no se respetaron sus derechos fundamentales, relativos a la necesaria presencia de un abogado. Ese alegato fue rechazada por el fiscal, que asegura que el hombre "accedió voluntariamente" al registro del piso. La defensa también pidió una suspensión por la ausencia de un testigo. El juicio oral quedó visto para sentencia. La Audiencia resolverá.