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La vaca Popi regresa a la plaza de los niños

La escultura de Leandro Sánchez, víctima de un acto de vandalismo, luce otra vez en Paz Nóvoa

Operarios instalaron ayer la vaca en Paz Nóvoa. // Brais Lorenzo

La colorida vaca Popi vuelve a lucir en la plaza de Paz Nóvoa. En un acto de vandalismo registrado el pasado mes de agosto le arrancaron la mitad del rabo (un pincel de brocha gorda con el que espanta las moscas) y le agujerearon una pata, por lo que su autor, el mallorquín Leandro Sánchez, se la había llevado al taller para restaurarla. La pieza, muy querida por los niños que pasan las tardes jugando en esta plaza, regresó ayer a su hábitat, devolviendo luz y color a este espacio urbano. Los pequeños ya la esperaban con impaciencia, incluso uno de ellos llamó hace quince días al escultor para preguntarle cuándo volvía la vaca.

La ya popular Popi fue una donación que la Fundación Cum Laude hizo al Concello de Ourense a principios de año y la reparación de los daños también se ha llevado a cabo de forma altruista por el propio autor, partidario de que la vaca ocupe un lugar próximo a los niños y sea parte de su entretenimiento. "Me gusta que los niños jueguen con ella, la escultura no es como una obra pictórica, se puede mirar y tocar para apreciar mejor los detalles", explica el artista Leandro Sánchez, feliz de que los niños puedan volver a subirse a la vaca de colores: "Yo me hago niño también cuando la veo", afirma.

Desde que se instaló en la céntrica plaza el pasado febrero, el autor ha expresado su compromiso altruista con la pieza. Del mismo modo que no pone objeción alguna a que sea "trotada" por los niños, garantiza su restauración puntual en caso de deterioro sin coste para el ayuntamiento.

Sánchez asistió ayer por la mañana a la colocación de la pieza en Paz Nóvoa, acompañado por el alcalde Jesús Vázquez y otros miembros del gobierno local. Mientras los operarios instalaban la escultura, el regidor hizo un llamamiento a la sensibilización y también a la colaboración ciudadana ante los continuos actos vandálicos que sufre el mobiliario urbano y los espacios públicos del municipio.

Agradecido al artista que ha reparado la pieza de forma desinteresada, Vázquez quiso dejar claro que la vaca "no fue destrozada por el efecto de los niños, sino por el vandalismo que asola esta ciudad", indicó. "Las cosas de todos las tenemos que cuidar entre todos y tenemos que ser corresponsables", añadió.

La reparación de los daños ocasionados por los actos vandálicos rondan los 150.000 euros anuales, una partida que, afirmó el alcalde, se incrementa cada año y "con la que se podrían hacer muchas cosas en la ciudad". Por eso hizo un llamamiento a los ciudadanos: "Si alguien ve algo, que lo denuncie para que la Policía Local pueda actuar de forma inmediata".

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