La falta de acuerdo político para sacar adelante un nuevo planeamiento urbanístico lleva camino de que Ourense se convierta en una ciudad paralizada. Es una cuestión que preocupa a los representantes de diferentes organizaciones, como Cámara de Comercio, Confederación de Empresarios y de los sectores más afectados, así como por parte de colectivos vecinales. De ahí que fuese el mensaje que trasladaron en las reuniones que mantuvieron con el alcalde Jesús Vázquez y el edil de Urbanismo, José Cudeiro, así como los representantes de los grupos de la oposición, DO, PSOE y OUeC.

Durante esos encuentros, además de trasladar las propuestas para introducir en el documento aprobado inicialmente, recalcaron la relevancia que tiene el PXOM como elemento dinamizador del futuro socioeconómico de la ciudad. Y, sobre todo, la necesidad de que todos los partidos se centren en buscar ese consenso necesario para dar respuesta a las necesidades que existen, más allá del "puro interés partidista", como insistió ayer uno de los representantes de estos colectivos. Después de los acontecimientos recientes, reconoce que "no entendieron nada".