De 7 años y 3 meses de prisión a 3 años y medio por confesar los hechos y su condición de consumidor de drogas. La fiscal rebajó en la fase final del juicio la petición de pena para este acusado, y mantuvo la solicitud con respecto a otros los nueve. En total, se enfrentan a una posible condena que sumaría más de 50 años de reclusión entre rejas.

Para la representante del ministerio público, Isabel Cortés, las pruebas del juicio han ratificado los indicios contra la presunta red. Además, defiende la validez de las escuchas de otro caso que llevaron a este. Según su criterio, los pinchazos son reveladores para acreditar la actividad de menudeo, pese a que los acusados niegan haberse comunicado con términos en clave que aludían a droga. "Palabras como fuet, tornillos que no son tornillos y barras de pan que no son barras", sostuvo la fiscal.

En el trámite de conclusiones que dejó el juicio visto para sentencia, las defensas abundaron en los argumentos que ya habían planteado al inicio de la vista, el lunes, en el trámite de cuestiones previas. Piden a la Audiencia Provincial que anule este caso por una supuesta vulneración de derechos en la intervención inicial de teléfonos, acordada a principios de 2010. Los abogados ven nulidad y sostienen que las escuchas se acordaron sin motivaciones ni indicios suficientes, antes según su versión de las pesquisas necesarias para justificarlas.

Entre otros argumentos -como el de un letrado que pide la pena mínima para uno de los clientes por su confesión y una conducta motivada por la situación "acuciante de la crisis"-, las defensas apelan asimismo a la existencia de dilaciones indebidas, lo que debería rebajar la condena si la Sala no se decanta por la libre absolución.

La Audiencia decidirá. Los diez acusados se sentaron en el banquillo como presuntos integrantes una red de tráfico de drogas en Verín supuestamente implicadas en mayor o menor grado en el transporte, distribución y venta de cocaína. Todos negaron el delito pero la mayoría admitió consumo. La mayor incautación de este caso tuvo lugar en julio de 2010 en la A-52, en Valladolid, con 1 kilo de cocaína.