El Concello de Ourense comenzará en breve las obras de remodelación de la perrera municipal, una primera fase que tiene un presupuesto consignado de 60.000 euros, según adelantó la concejala de Sanidade, Sofía Godoy, y que permitirá actuar en cinco ámbitos urgentes del recinto, añadió.
"Tuvimos un retraso de meses porque la primera fase del proyecto estaba ya rematada y el veterinario de Progape, que gestiona la perrera, nos pidió unas jaulas específica para los animales grandes de la zona de quirófano", explica Godoy. "Eso obligó a retrotraer de nuevo el proyecto al principio, de ahí estos dos meses de retraso, pero el presupuesto lo tenemos ya previsto para esa primera fase y no habrá demora", añade. Estas zonas de aislamiento evitarán posibles infecciones en animales recién operados y se dotarán ocho jaulas en total
De hecho una de las principales carencias que habían dado la definitiva voz de alarma sobre la falta de medios en la perrera, saltó a la luz cuando Balú, un perro que había sido encontrado casi moribundo en el interior de un contenedor tras una paliza de su dueño, aparecía en las fotografías convaleciente en el suelo de uno de los baños de la perrera, al carecer el centro de zona de hospital.
Cuarenta cachorros, jaulas para hospitalización de animales, nueva gatera para gatos jóvenes, obras con nuevas divisiones en los patios y zonas comunes son algunas de las mejoras que se incluyen en esta primera fase del proyecto.
Según la concejal de Sanidad, ya se está trabajando en la segunda fase del proyecto "es decir que estas serían obras para una primera mejora de las instalaciones, que nos las encontramos así a nuestra llegada al Concello, en un estado lamentable, y en esa segunda fase se harán otras obras en mayor profundidad para garantizar el bienestar de los animales", indica la edil.
500 gatos y perros
En estos momentos, según fuentes de la asociación Progape que gestiona la perrera municipal, hay unos 500 perros y gatos; la mayoría, en torno a cuatrocientos y pico son canes, explican.
La media de perros abandonados o perdidos que llegan a la perrera, es de unos seis semanales, pero uno o dos acaban quedándose en el centro a la espera de adopción, bien porque no tienen chip o porque su dueño los había abandonado.
Según Area Cid, voluntaria de la perrera, al ser en estas semanas época de caza, la media de perros perdidos que llegan a las instalaciones de a perrera en Eiroás se multiplica los fines de semana y "solo es fácil encontrar a sus dueños cuando se trata de cazadores responsables que tienen perro con el microchip y convenientemente identificado", explica.
A primera hora de hoy está prevista una reunión entre representantes de Progape y del Gobierno local, en la que se le van a explicar los pormenores de esta primera fase de la obra de reforma.
Por su parte la concejal de Sanidad explica que "desde la Concejalía organizamos s muchos programas y jornadas como la del día 16 "Convivencia en armonía", con las que promovemos una tenencia responsable de mascotas, pues hay que respetar todos los derechos del animal, pero también del resto de ciudadanos, porque no a todo el mundo le gustan los animales, este no puede molestar al vecindario y sus deposiciones no pueden quedar en la calle", indica.
Fomentando la adopción
Estas jornadas y otros programas municipales "pretenden fomentar la adopción, y las bondades de los perros sin raza, que son las mayoría y todo lo que su adopción puede aportarnos, de hecho yo también tengo un perro adoptado", explica Godoy.
Desde la propia Progape reconocen que ha aumentado sensiblemente la adopción de animales. "El que quiere un perro de una determinada raza y características, sigue yendo a comprarlo a una tienda, pero sí es cierto que hay más adopciones".
Otra de las posibilidades que se plantean, cuando el animal llega en mal estado a las instalaciones, y precisa cuidados especiales para recuperarse, es que una familia se convierta en casa de acogida, que lo tenga en su domicilio hasta que se recupere y luego el animal, perro o gato, entraría en lista de adopción en la perrera.
