Un hombre acusado de tráfico de drogas utilizando como punto de venta un bar de Verín negó ayer ante el tribunal de la Audiencia dedicarse a este negocio y defendió que la sustancia intervenida por la brigada de estupefacientes de la Comisaría de Ourense, un total de 8,37 gramos, era para consumir con un grupo de amigos con los que había planeado reunirse en su casa por la noche, coincidiendo con que Verín celebraba el Entroido.

La fiscal, en cambio, no cree esta versión y solicitó una condena de ocho años de prisión para el acusado, F.P.C., quien ya cumplió una pena de tres años de cárcel por tráfico de drogas. Además de la reincidencia, pesa sobre esta petición la agravante de utilizar para la distribución de la droga un establecimiento público. La acusación pública sostiene su acusación en la vigilancia previa a la que fue sometido el acusado por parte de la Policía Nacional que veía entrar y salir consumidores del bar así como en el hallazgo en el almacén del bar de todo tipo de útiles necesarios para la manipulación de la droga, desde bolsas de plástico y recortes a un martillo y una báscula de precisión.

El acusado contó a su favor con la declaración de dos de los compañeros con los que dijo haber quedado la noche del 11 de febrero de 2015 para consumir en el piso. Ambos aseguraron que era habitual reunirse para cenar, jugar a las cartas y tomar unas copas en el piso del acusado y que en esas fiestas consumían cocaína que esta vez había encargado el acusado. Cada uno pidió 1,5 gramos que recogerían en el local al salir de trabajar. El plan se frustró porque a las 16,15 horas apareció la policía. Según declararon los agentes, el acusado estaba en una esquina y amagó con marcharse al verlos. Además de un envoltorio con droga en el almacén encontraron una bolsita en el suelo, cerca del acusado. En el juicio se leyó la declaración de otro testigo que estaba en el bar durante la redada que asegura que la cocaína era suya y que la tiró al suelo al ver que aquello era una redada.

La fiscal apreció contradicciones en los amigos ya que en su primera declaración señalaron que habían encargado esa droga para los cinco días del carnaval. La defensa pidió la absolución por consumo compartido y, en caso de condena, que se aminore la pena ya que el acusado no es dueño ni responsable del bar.