El Seminario Menor de Ourense inicia un nuevo curso, esta vez con 85 alumnos, y el Seminario Mayor con 21, que proceden del seminario diocesano Divino Maestro y del seminario Redemptoris Mater. La tendencia de los últimos años es al aumento en el número de seminaristas, especialmente en el Seminario Mayor, con la aportación del Redemptoris Mater que lleva tres años en Ourense. Este año se ordenarán dos sacerdotes.

En los últimos años se registra un estancamiento en la tendencia a la baja del número de seminaristas en la Diócesis de Ourense, según apunta el rector de los seminarios Mayor y Menor, José Ángel Feijóo Mirón, que destaca "no bajan las cifras de los seminaristas mayores, y cada año empieza a crecer en uno o dos". Una tendencia a una cierta recuperación aunque "muy pequeñita", pero que ve muy positivo.

La mayoría de los seminaristas mayores provienen de la ciudad y del rural, y curiosamente dice que se observa que llegan algunos ya con una carrera terminada, incluso que habían ejercido, del mundo profesional, cuando antes lo habitual era que procedieran del Seminario Menor y al acabar el bachillerato entraban al Mayor. Explica que cada persona es un caso, y deduce que estos profesionales "llegan a una edad en que piensan en el sentido de su vida, reflexionan, y se dan cuenta de su vocación".

El caso de más edad que llegó es un diácono de 50 años, al que solo le queda un año para ser sacerdote. Hay algunos de más de 30 años.

Este año se ordenarán dos sacerdotes, José María Romero, natural de Ferrol, e Ildebrando Gaviria, colombiano pero con muchos años residiendo en España. Según Mirón aún no se les tiene un destino predeterminado ya que cuando se ordenen se verá según lo que en ese momento se requiera.

La situación actual de la Iglesias Católica es difícil, ya que debido a que hay muchos sacerdotes mayores y no hay relevo, la edad media de éstos va subiendo. Apunta que si se jubilan 7 se ordenan solo 2, por lo que la iglesia se ve en la necesidad de hacer Unidades de Atención Parroquial, donde dos o tres sacerdotes atienden una zona mas grande, y afortunadamente hoy en día no es difícil desplazarse entre parroquias. Dice que en los pueblos queda poca gente por lo que el modo de atenderlos ha ido cambiando. No cree que la situación empeore gracias a estas unidades y a que se agrupan a los vecinos, y no se tiene misa todos los días en todas partes. Indica que "en nuestra diócesis nos gustaría que salieran más sacerdotes pero tenemos la suerte que todos los años se ordena alguno cosa que no sucede en todas partes".

El acto ayer del inicio de curso 2016-2017 contó con el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, entre otros invitados.