La Plaza Mayor de Ourense fue ayer el escenario de una conversación insólita, la que protagonizaron una especie de Elvis redivivo con atuendo de hippie, Marilyn Monroe y Caperucita Roja. Claro que, bajo los divertidos ropajes de ese sonriente hippie y de la caperucita del cuento estaban en realidad el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez y la concejal de Cultura, Belén Iglesias, quienes predicando con el ejemplo quisieron apoyar con su presencia y sus disfraces, el II Entroido de Verán. Esta iniciativa promovida desde la propia Concejalía de Cultura recorrió ayer las calles del casco viejo, como una oferta más del programa de dinamización de la vida cultura, lúdica y de apoyo a la hostelería local.

"Esta es una cita cultural pero también una excusa para que la gente venga a visitar Ourense participe y disfrute de algo distinto como un entroido", explicó durante la presentación del programa la concejal de Cultura, Belén Iglesias.

Y así fue anoche, y hasta bien entrada la madrugada, el Entroido de Verán, gracias en buena parte a una climatología que no bajó de los diez grados durante la noche y permitió a las decenas de participantes disfrutar de un desfile que arrancó a las 21.30 horas de la Plaza Mayor, y discurrió luego por Lamas Carvajal, Santa Eufemia, rúa da Paz, Santa Eufemia, Fornos, hasta llegar a la Praza do Correxidor, uno de los puntos neurálgicos de la noche ourensana.

Precisamente la Asociación Praza do Correxidor, que preside el estilista ourensano Paco Gallego, uno de los más artísticos divulgadores del entroido, indicó durante la presentación de esta cita, que este programa pretende ser esa forma lúdica de despedir el verano con una de las citas más arraigadas en la provincia durante la celebración del entroido oficial de invierno.

La noche fue larga y hubo premios para casi todos, para los disfraces más originales, con más chispa ante el público, el vestuario, maquillaje, caracterización y creatividad, e incluso se premiará la mejor foto de este evento que se cuelgue en la red social Facebook.