Sobre la polémica suscitada con la gestión de concesión de ayudas para libros y comedores sociales por parte del concello, que están en pleno proceso de valoración con el curso iniciado, se pronunció ayer el alcalde en clave de justificación: "Se está apurando todo lo posible y se trabaja a marchas forzadas", en relación al proceso de análisis y valoración de las solicitudes presentadas por las familias que reúnen los criterios exigidos en la convocatoria.

También hizo referencia Jesús Vázquez a la "precariedad" de funcionarios para llevar a cabo esta labor, y traslada buena parte de esa responsabilidad a la denominada "ley Montoro" que imposibilita nuevas contrataciones en el ámbito municipal. Aunque deja claro que por parte de los funcionarios del área de Servicios sociales "existe la mejor disposición y se trabaja de mañana y tarde". Por lo que espera que "en breve estará resuelta esa cuestión".

La edil responsable del área de Bienestar, Sofía Godoy, aseguró en la junta de área que se celebró ayer, que el problema de las ayudas, que supera los 230.000 euros, se resolvería durante la presente semana.

En cuanto a la controversia suscitada con los comedores escolares y la "exigencia" de la empresa de catering realizada a los padres para domiciliar el pago mensual, con advertencia de que, de no hacerlo antes del 20 de este mes y estar al corriente de los pagos a día 5 -pago por adelantado-, los escolares serían dados "de baja automática" en los comedores, el regidor deja claro que el Concello no tiene ningún tipo de responsabilidad al respecto.

Explica que los comedores escolares "no son una cuestión que lleve directamente el Concello", y señala, en unos casos a la Asociación de Padres -Anpas, algunas de las cuales gestionan los comedores, y a la Xunta, en aquellos en el que el servicio depende directamente de la Consellería de Educación.