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La nueva estación depuradora de Reza se pondrá en marcha a finales de octubre

Es la estimación que realiza el Ministerio de Medio Ambiente y que se ajusta a los plazos previstos - Posteriormente se procederá a la demolición de la anterior instalación

La nueva estación depuradora, justo al lado de la actual que será objeto de demolición, en la zona de Reza. // Iñaki Osorio

La nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Ourense, ubicada en Reza, se pondrá en marcha en la segunda quincena de octubre, según la previsiones que maneja Aguas de la Cuenca de España (Acuaes), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, encargado de la construcción de la nueva infraestructura, que supuso una inversión superior a los 60 millones de euros.

De esta forma se mantiene el cronograma fijado en su momento por Acuaes, con lo que la nueva EDAR se pondrá en marcha dos meses después de que se iniciase el periodo de pruebas y una vez concluidas la obras del nuevo enganche de suministro eléctrico que llevó consigo una inversión de algo más de 1,5 millones de euros, proyecto que fue aprobado en su momento por el consejo de Acuaes.

La puesta en funcionamiento de la nueva infraestructura llevará consigo que quede fuera de servicio la actual, sobre la que pesa una sentencia de derribo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), y que se encuentra justo al lado de la nueva depuradora.

Sobre esta cuestión, desde el Ministerio de Medio Ambiente se explica que en función de la climatología se programarán los trabajos de desmantelamiento y demolición de las instalaciones de la actual depuradora, excepto uno de los edificios que se destinará a centro vecinal, después de que así lo hubiera solicitado la asociación de vecinos de Reza, apoyada por el Concello de Ourense.

El concejal del área de Medio Ambiente, José Araújo, entiende que se trata de una buena noticia que la nueva depuradora entre en funcionamiento a finales de octubre, ya que "es antes de lo que inicialmente estaba previsto", ya que se había fijado para finales de año. Y de esa forma dar respuesta, tanto a las necesidades que tiene el Concello de la capital en materia de depuración de aguas residuales, como de cumplimiento de la sentencia judicial que ordenó el derribo de las actuales instalaciones.

En cuanto a la demolición de las instalaciones de la actual depuradora, Araújo indica que se programará de forma conjunta con Acuaes, lo que permitirá convertir esa zona en un amplio espacio verde de uso y disfrute de los ourensanos y visitantes, ya que se encuentra muy cerca de la zona termal de Outariz y de la ribera del río Miño.

Cuestiones pendientes

Pero si la nueva depuradora cumple los plazos establecidos, lo que está pendiente de solventar son cuestiones relacionadas con su construcción, en concreto las aportaciones que debe realizar el Concello de Ourense, después de que por parte de Acuaes se plantease en la última reunión de la comisión de seguimiento que debería abonar algo más de 4 millones de euros.

Y eso después de que el consejo de administración de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, aprobase la adjudicación de las obras de la acometida eléctrica de la nueva depuradora, con una inversión de 1,5 millones de euros.

Una decisión que cerró, por el momento, el debate surgido en torno a qué administración debería asumir el coste, y que en un primer momento llevó a que de no haber acuerdo se demorase la puesta en funcionamiento de la nueva depuradora.

El edil de Medio Ambiente, José Araújo, sostiene que desde un principio dejamos claro que "nosotros no podíamos asumir ese coste" y señalaba que debería ser el Gobierno central el que tendría que hacer frente a ese nuevo sistema eléctrico de la infraestructura, como así se hizo finalmente, aunque con posterioridad se reclame al Concello la parte correspondiente.

De la controversia suscitada se mantiene al margen la otra administración firmante del convenio de colaboración para la construcción de la EDAR, en este caso la Xunta, ya que había aportado los 10 millones de euros que le correspondían.

En cuanto al proyecto constructivo de la acometida eléctrica, requiere la ejecución de dos "hincas", una de ellas para cruzar el río Miño, de 210 metros de longitud y 560 milímetros de diámetro, y la segunda de 40 metros para atravesar la carretera N-120. La nueva EDAR tiene capacidad para tratar un caudal medio de 72.192 metros cúbicos al día, el triple de la capacidad de la actual planta.

Sobre la reclamación que pueda hacer Acuaes al Concello, en lo relacionado con la aportación, José Araújo dice estar convencido de que "se resolverá en otras instancias", no en la comisión de seguimiento que se había creado en su momento, en la que se pusieron de manifiesto las diferencias de criterio existentes.

Y aunque no descarta que se pueda llegar a un acuerdo, las cantidades económicas que reclama Acuaes, algo más de 4 millones de euros, en la liquidación presentada, que incluye la nueva acometida eléctrica, "con las que no estamos de acuerdo. Son inasumibles".

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