Un grupo de cazadores fue el que dio con el paradero, pasadas las 10.30 horas de la mañana de ayer, de Raquel Pérez Carballo, cuyo cadáver apareció entre la maleza en un arroyo al lado de las orillas del río Fiscaíño, una zona no habitada y que dista unos cuatro kilómetros del geriátrico del ayuntamiento ourensano de Pobra de Trives en el que residía la anciana, que padecía alzhéimer, y del que había desaparecido en la mañana del pasado 25 de agosto sin dejar rastro.

El cadáver de la mujer yacía sobre la maleza y estaba en avanzado estado de descomposición. En una primera hipótesis se cree que pudo llegar a la zona desorientada y luego desvanecerse. La autopsia, que le será practicada al cadáver en el Hospital Comarcal de O Barco, dictaminará las causas de la muerte, si fue una súbita indisposición o a causa de la deshidratación debido a las altas temperaturas y el calor reinante en la jornada y días posteriores a su desaparición.

Una zona de difícil acceso

Los cazadores que encontraron ayer el cuerpo sin vida de Raquel Pérez formaban parte de uno de los grupos en lo que se dividieron a los más de 80 participantes que, a las ocho y media de la mañana de ayer fueron convocados a una batida para "peinar" todo el entorno del geriátrico de Pobra de Trives en varios kilómetros a la redonda.

Formaban parte de ese grupo miembros de agrupaciones de Protección Civil de Trives, Manzaneda, Vilardevós, A Rúa, efectivos de la Brilat, de la Guardia Civil, especialistas de montaña y hasta un perro adiestrado y un helicóptero de la Guardia Civil para hacer la búsqueda desde del aire, que finalmente no fue necesario dada la rapidez con la que se produjo el hallazgo.

La sección de territorio que había sido asignada a estos cuatro cazadores de Trives, que iban acompañados por un especialista de montaña de la Guardia Civil, estaba cubierta de maleza, pero ellos conocían bien este entorno, zona de paso habitual en las batidas de jabalíes. Además muy cerca de ese enclave tienen unas instalaciones donde guardan sus perros de caza, según explican operarios de Protección Civil. En uno de los desbroces que desde la pista de tierra por la que supuestamente llegó en su caminata sin rumbo la anciana lleva al río es donde encontraron el cadáver de Raquel Pérez, quien era natural de Vimieiro, en Castro Caldelas.

Tras certificarse la muerte de la anciana a las 15.00 horas de ayer se ordenaba el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Hospital Comarcal de O Barco para proceder a la autopsia.

Al lado del coche fúnebre estaban algunos familiares directos de la víctima -un primo y un sobrino de esta-, ambos visiblemente afectados, que aprovecharon para dar las gracias por el esfuerzo de todos los equipos y particulares que colaboraron en la búsqueda.

Raquel Pérez era una de las tres mujeres, todas ellas con problemas de demencia senil y alzhéimer que seguían desaparecidas en Ourense. Una de ellas desde hace tres años y cuya búsqueda continúa abierta.