Down Ourense lleva 12 años ofreciendo apoyo no solo a personas con trisomía del par 21, sino también a otras con diferentes discapacidades desde que nacen hasta su vida adulta, como a gente "con retraso mental que no se sabe de dónde procede, y hay alguno con parálisis cerebral", afirma María del Mar Prieto, presidenta de la asociación. A día de hoy, conforman la misma un total de 55 familias y 9 trabajadores, y se financia, principalmente, a través de los fondos aportados por los socios, además de las ayudas de la Xunta y del Concello, que hace tiempo "eran más abundantes". Durante junio y julio, solamente abre por las mañanas, con jornadas intensivas. Y, en el mes de agosto, descansa todo el personal.

"Hacemos todo tipo de actividades: los pequeñitos empiezan con atención temprana, después hay ayuda escolar, logopedia, hay una psicóloga, hay empleo con apoyo, todo mirando hacia la vida adulta, con un puesto de trabajo y vida independiente", afirma María del Mar. Precisamente, sobre el tema laboral, la presidenta afina un poco más: "Este último año, hemos percibido que la gente está como más abierta a darles una oportunidad laboral a las personas con síndrome de Down".

Una de las trabas más importantes con las que se encuentran los padres con hijos con tales características es la falta de información. Carmen Vila, la mamá de una niña con trisomía 21, Marta Prol, comenta que la asociación aporta mucha ayuda para la primera noticia, que es muy importante, así, se evita "la mala información que a veces se genera en los centros sanitarios, ahora no tanto, pero hace años te decían: 'Su hija va a ser muy dependiente, no va a trabajar en su vida, va a hablar mal, no va a caminar?' y, al final, no es tan dramático, son niños como los demás, con sus dificultades como cualquier otro".