Poco o nada tiene que envidiar el banco situado en lo alto del ourensano Parque Botánico de Montealegre al ya clásico situado en Loiba (A Coruña), que bien podría servir de fondo a una postal bañada por el atardecer de la localidad coruñesa de Ortigueira.

El de la ciudad de As Burgas, que acaricia, para más inri, el 'mirador de hierro', vigila la ciudad entera desde diciembre del año 2015 y, a pesar de que no mira al mar ni genera largas colas para sentarse en él, como sí el de Loiba, también sirve para enamorarse con la caída del sol.

Sin duda, una buena sobremesa para cualquiera de las visitas a los lugares ya referidos: a las pozas de Melón, a las pasarelas del río Mao, a la playa fluvial de Vilariño de Conso o a la cascada del río Barbantiño.