Las canteras de Cartelle, llenas de agua coloreada de un intenso azul, parecen sacadas de una película. Lo cierto es que, en una tarde de verano, a cualquiera se le pasaría por la cabeza saltar al líquido de lleno, sin embargo, la realidad es otra, y es que el baño está prohibido. Se puede optar por pasear alrededor de la zona disfrutando del entorno o bien coger la bicicleta y trazar las curvas que se prestan.

Este pequeño tesoro situado en la comarca de Tierra de Celanova conforma el encuadre perfecto para una instantánea llena de tranquilidad.