Confiesa que está "muy motivada, muy convencida", después de que resultara elegida número uno ( independiente) de la lista para encabezar la candidatura de En Marea por la provincia de Ourense, mediante un sistema de primarias para la "elección en cremallera", con el fin de garantizar la equiparación de géneros.
-¿Tiene un importante peaje profesional para usted la decisión que ha tomado?
-Renuncio a mi vocación y a mi pasión. Yo voy a renunciar a mi actividad teatral, en el grupo Sarabela, y voy a renunciar a la actividad docente, mediante servicios especiales. El objetivo es contribuir todo lo que pueda, de la manera más honesta posible, para defender la enseñanza pública, la sanidad pública y todos los servicios públicos.
-¿Queda aparcada toda su actividad anterior?
-Voy a dejar la dirección teatral durante cuatro años, directamente, si resulto elegida. Se trata de un paréntesis, sobre la actividad que he desarrollado desde los 18 años. Llevo cuarenta años en el teatro y otros cuarenta en la enseñanza.
-¿Logrará sobrevivir en el mundo político, donde hay más bronca y más zancadillas?
-Espero que sí, sino no me metería. Naturalmente, la actividad parlamentaria es importante, en el sentido de que representas a mucha gente. Yo he decidido dar el paso, con todas las consecuencias. Como Sancho Panza cuando salía de la isla de ser gobernador, dijo: "Si he adelgazado, algo haría bien", como respuesta a una pregunta.
-¿Cuál es su sueño político, por el que ha dejado temporalmente muchas cosas de las que ama?
-Yo creo en un ideario, que vele por el bien común, por encima de todo. Ahí hay mucho trabajo, poniendo los pies en la tierra, abordando los problemas reales que tenemos, defendiendo el país, defendiendo la igualdad. Yo soy feminista, no lo oculto. Tengo ideología. Creo que es necesario velar por los intereses, para darle voz, a quien no la tiene, para mirar por los problemas reales, con la finalidad de buscar soluciones. Esto es un sueño común. Creo que es un momento de cambio, muy importante, para hacer gestión transparente. Y si no se hace bien, fuera. El compromiso es con el país, con la lengua y con la gente, de forma transversal. Donde puedo contribuir yo más es en la enseñanza y en la cultura, por mi experiencia, pero también sé trabajar en equipo. Estoy acostumbrada a desarrollar proyectos y a realizarlos. Eso es interesante, a nivel de gestión. Mi sueño es luchar por el bien común.
-En Marea tenía un diputado por la provincia de Ourense y nueve por el conjunto de Galicia, que según algunas encuestas podrían convertirse en 2 y 14, respectivamente.
-Yo creo que hay Marea. Hay más de cien mareas. En lugar de partido, yo hablaría de esa confluencia. Tenemos por delante un proyecto muy potente. Hay que luchar contra la desesperanza. Hay mucha desesperanza y mucho sufrimiento, por los recortes y por todo lo que se está desmantelando. Tenemos voluntad de trabajar de forma intensa y eficaz.
-¿En Marea puede convertirse en alternativa de gobierno?
-Por qué no. La gente se está dejando la piel en este proyecto.
-¿Qué haría En Marea, si llega a constituirse como alternativa, dentro del gobierno de Galicia?
-Revertir las políticas lingüísticas, culturales, educativas, sociales, buscar justicia social, con políticas de igualdad, desde mucha solidaridad, comprometida con una política más innovadora? Estamos ultimando los programas. Queremos dar soluciones, haciendo proyectos. Tenemos que trabajar mucho ahora en la campaña.
-Usted no suele comentar su vinculación con Alexandre Bóveda.
-Yo estoy orgullosa de ser nieta de Alexandre Bóveda. Mi abuelo fue una persona muy importante. Él dio la vida por lo que quería. El 17 de agosto fue el 80 aniversario de su fusilamiento. Mi abuelo es un referente extraordinario, que dio su vida por el país.
