El tramo soporta una intensidad de tráfico de 7.500. Desde el año 2010, se registraron 121 accidentes con un balance de 7 personas fallecidas, 12 heridas graves y 26 leves. Según Tráfico, la causa más habitual fue el exceso de velocidad en los vehículos en dirección a Santiago, el sentido ahora vigilado.

La instalación del radar de tramo no es suficiente para quienes reclaman mejoras estructurales en los más de 10 kilómetros de la N-525 entre Ourense y Cambeo (Coles). Desde voces que piden, al menos, que el dispositivo calcule también el promedio de velocidad de bajada -hay una cabina fija-, hasta los que recuerdan que la concreción de reforma del vial se prometió para finales de julio y ese plazo ya ha pasado.

Urgen mejoras

La Plataforma por la Seguridad en la N-525 reclama un pavimento antideslizante, obras en cunetas y arcenes para evitar bolsas de agua, una mediana que separe el carril en sentido Ourense de los dos a Santiago para evitar choques; así como carriles y acceso para dar servicio a las empresas y negocios orillados por la N-525, mejorar la seguridad en el colegio de Cambeo y reducir la peligrosidad en el cruce de Rivela, donde los usuarios se ven obligados a atravesar varios carriles sin visibilidad para incorporarse a la transitada carretera.