En uno, las cuestiones de familia (divorcios, custodias de hijos, pensiones de alimentos) son urgentes. Otro tiene en sus manos la viabilidad de empresas (desde el proceso concursal de una minera a la liquidación de una pequeña cafetería). En Ourense, dos juzgados de primera instancia asumen las competencias de Familia y Mercantil sin estar exentos de otros asuntos. Una sobrecarga en el segundo, que en 2011 aún arrastraba asuntos de 2004, implica una demora en ERE y concursos (entre 2008 y 2014 se presentaron un total de 270 procesos de acreedores; al cierre de 2015 se registraron 32 pero quedaban 171 pendientes de resolver). Familia resolvió casi un millar de procedimientos en 2015 y, no obstante, el número de asuntos pendientes creció de 700 a 730 ese mismo año, tras ingresar 977 casos nuevos.
Es una reivindicación de los últimos que ambas sedes sean exclusivas para solucionar su situación de sobrecarga. Se propuso en alguna junta de jueces, pero no hubo acuerdo, por la negativa de los otros titulares de primera instancia a absorber más trabajo cuando el que tienen -desahucios, litigios con bancos o reclamaciones de cantidad-no es poco. El juez decano, Leonardo Álvarez, remitió hace meses un escrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para reclamar la creación de un séptimo juzgado de Primera Instancia, que permitiría así un trato más favorable a Familia (Instancia 6) y Mercantil (Instancia 4). En la última memoria, difundida ayer, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) coincide y pide que Ourense gane un nuevo juzgado civil.
En marzo de este año, la Sala de Gobierno del Superior remitió al Consejo la creación "imprescindible" de 6 sedes en Galicia, entre las que figuran un nuevo juzgado de primera instancia en Ourense. Ni el Ministerio de Justicia ni el CGPJ se han pronunciado. Fuentes judiciales dicen que la Xunta está a favor.
Los dos más congestionados
Los datos avalan que se libere de trabajo a Familia y Mercantil. Según la estadística del Poder Judicial relativa al último ejercicio completo, el de 2015, las dos sedes figuraban entre los juzgados con un mayor grado de pendencia, de asuntos por resolver. Sufrieron un índice de 0,63 y 0,57, en comparación con el 0,46 de media de su misma jurisdicción civil, o el dato de 0,25 para el conjunto de sedes. Como ejemplos, además de asuntos mercantiles, en 2015 el juzgado de Primera Instancia 4 ingresó 327, resolvió 334 y dejó pendientes 161. Por su parte, el órgano de Familia -Instancia 6- tramitó en el mismo periodo 146 asuntos relativos a incapacidades y 443 sobre internamientos, además de otros 427 de la llamada jurisdicción voluntaria, como el nombramiento de tutores (una carga importante en una provincia envejecida como Ourense).
De la misma manera, los dos juzgados presentan la tasa más elevada de congestión de los 31 órganos de la provincia de Ourense. El Mercantil tuvo 1,67 y Familia, 1,63, cuando la media de las jurisdicciones fue 1,25. También es relevante el atasco en los penales (1,66). Ourense tiene dos que se encargan de enjuiciar la gran mayoría de delitos de la provincia, habitualmente, delitos viales, violencia de género y delitos contra el patrimonio. En 2015 dictaron 1.083 sentencias, ingresaron 870 asuntos y resolvieron 1.099. Aunque el nivel es inferior al de hace años, cuando el retraso hizo prescribir algunas condenas, estos dos órganos todavía arrastran cerca de 1.500 sentencias que son firmes pero están pendientes de ejecución, de modo que el agresor cumpla una pena y las víctimas sean resarcidas. A mayores del séptimo primera instancia, el decano también ve necesaria la creación de un tercer penal para dedicarlo exclusivamente a hacer cumplir sentencias.
