Doscientas noventa y cinco hectáreas calcinadas en Quins (Melón) y en el valle del Navea, un paisaje protegido de Trives reducido en una parte a cenizas por un incendio que, el domingo, destruyó una vivienda familiar, la única de la aldea O Seixo. Los dos fuegos se dieron por extinguidos ayer. El de Melón, sofocado a las 11.15 horas, arrasó un total de 101,11 hectáreas, 82,15 de raso. El de Trives quedó apagado a las 19.15 horas tras calcinar 194 hectáreas, 20 de ellas de arbolado. El monte ourensano toma un respiro. Ayer, en la ciudad hubo tímidas lluvias tras dos meses justos sin una gota.