La oleada de incendios forestales que afecta a la provincia desde el pasado día 10 se intensificó durante este último puente festivo con más de 20 focos registrados en diferentes puntos. Son datos hechos públicos por la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, que denuncia la elevada actividad incendiaria de las últimas horas en Ourense. En sólo cinco días, el fuego arrasó más de 1.200 hectáreas, de las que 435 corresponden al incendio de Cualedro, parroquia de San Millao, que quedó extinguido ayer por la tarde. En Avión ardieron entre el miércoles y el viernes 354 hectáreas y en el incendio de A Pobra de Trives, que comenzó el domingo por la tarde y ayer por la noche permanecía activo, se han perdido ya 164. El cuarto en superficie quemada es el que se declaró a las 23.20 horas del domingo en Quins, Melón, estabilizado a las 16.46 de ayer con una estimación de 100 hectáreas arrasadas. A estos se suman otras 50 en el siniestro declarado el pasado viernes en Laza.

El domingo fue especialmente virulento con fuegos importantes en Vilardevós (extinguido, 54 hectáreas), Melón, Sarreaus y A Pobra de Trives. En este último ardió la única casa habitada en el pueblo de Seixo y dos brigadistas sufrieron lesiones. En total, son cinco los efectivos que este fin de semana resultaron heridos mientras realizaban su trabajo. Cuatro por inhalación de humo y uno por un golpe en una rodilla. Todos excepto uno fueron dados de alta durante la madrugada de ayer y el quinto, que continuaba en observación, regresó a casa por la tarde.

Ante esta situación desatada en la provincia de Ourense, la conselleira ha pedido colaboración ciudadana. También alaba la labor de los medios de extinción que han frenado la expansión de estos incendios y no duda de que la mayor parte de ellos son intencionados.

Tampoco ayuda la meteorología. En el caso de A Pobra de Trives, por ejemplo, el fuego estaba prácticamente estabilizado a última hora del domingo cuando se desencadenó una tormenta eléctrica acompañada de fuertes cambios de viento que impidieron la actividad de los medios aéreos y complicaron la extinción. Esto, explicó Ángeles Vázquez, "descontroló" el incendio que acabó afectando a la vivienda. El alcalde de Trives, Francisco José Fernández Blanco, también coincide con esta apreciación y afirma que nunca, en sus ocho años como regidor, había visto un incendio de estas dimensiones en el municipio. También la mujer que perdió su casa manifestó que "o lume viña louco". El peligro fue tal que Xunta decretó el nivel 2 de alerta por riesgo para la población y no la desactivó hasta ayer a las 16.32 horas. Al cierre de la edición, este incendio iniciado en la parroquia de Navea permanecía todavía activo, con una estimación de 164 hectáreas afectadas. Además de la vivienda calcinada en Seixo, el alcalde lamentaba la destrucción de uno de los atractivos turísticos de este municipio, el paisaje. La ladera afectada en el valle del río Navea está declarada desde 2008 por la Xunta como "paisaje natural protegido". Las llamas arrasaron una de las zonas preferidas por los barranquistas para practicar este deporte. Ayer, decenas de vecinos y visitantes contemplaban desolados la negrura.

Otros fuegos de menor tamaño afectaron ayer a Padrenda (con cinco focos diferentes de los que uno permanecía activo por la noche y más de 8 hectáreas quemadas). En Moreiras, Xinzo, ardieron 6,3 hectáreas entre la noche del domingo y la madrugada del lunes; en Sarreaus se inició otro foco a las 19,30 horas, y en San Cristovo de Cea, tres simultáneos a las 18,47 horas.